miércoles, 30 de diciembre de 2009

Secreto

Apareces
Cuando te sueño
Porque te sueño cuando no puedo
y cuando no quiero
y cuando no debo
Incluso cuando no duermo…

Cuando no estas
Se acerca a mi rostro un tentáculo de aire
que me besa y oprime los botones exactos
De la memoria. Obtusa memoria.

Cuando callas
Recitas historias
Noticias del mundo que deshabito
fabulas de brujas que perdieron
su capacidad de volverse locas,
anécdotas de la inseguridad
O baladas para dormir cocodrilos
Quizá vampiros, qué se yo…

Cuando me respiras en la boca
Tu aliento es el aire
eso ya lo conté
tu palabra es el cierzo
tu presencia es una vela que guardo en mi encierro
Tu ausencia es el cáncer de mis principios
Los besos robados a la magia negra
o quizá sólo por ella posibles,
Encienden luces que intento apagar

Cuando me olvidas te olvido
porque no preciso de esperanza
quiero la certeza, no necesito la fe
necesito tu mano.


Abrí entre tú y yo una barrera
Tatuada de secretos y promesas dignas de romperse
Fortifique las fronteras
y empale la locura,
-solo como advertencia a otros demonios de la aventura-
luego acerque mi rostro al ladrillo cobarde
para seguir escuchando tus susurros
sin que pudieras ver mis ojos,
que tanto dicen y tan poco guardan.

Solo espero que un día
sin más preámbulo atravieses la muralla
como espectro incorpóreo,
que toques mis ojos
y entiendas todos los secretos
que he guardado tras las murallas de mi exilio.

Que te materialices ahí donde yo sólo soy una sombra.

Cuando te sueño,
porque te sueño cuando no hay salida posible
te observo en penumbras sonriendo
y tu rostro, se parece tanto al futuro,
Como exquisito camino posible.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Where were we

Eso que fuimos no volverá
Seremos mas viejos, mas torpes
felices quizá
pero nunca igual, y nunca enunciados como ayer.

Una imagen me persigue
un sonido, cómo el crujir de suelas en la cabeza
un silencio, como la devastadora palabra “no”
cuando ya no es más un sortilegio.

Te vomitaste sobre mi nombre
that’s fine darling
incluso yo me he vaciado sobre los jardines
y la flor que le arranque al callejón de la muerte
la deje marchitar sobre el libro que tu y yo nos sabemos
en la pagina que le arrancamos.

te quiero, pero ya no me importa.

Where were we

Eso que fuimos no volverá
Seremos mas viejos, mas torpes
felices quizá
pero nunca igual, y nunca enunciados como ayer.

Una imagen me persigue
un sonido, cómo el crujir de suelas en la cabeza
un silencio, como la devastadora palabra “no”
cuando ya no es más un sortilegio.

Te vomitaste sobre mi nombre
that’s fine darling
incluso yo me he vaciado sobre los jardines
y la flor que le arranque al callejón de la muerte
la deje marchitar sobre el libro que tu y yo nos sabemos
en la pagina que le arrancamos.

te quiero, pero ya no me importa.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Centrico convexo

Recuerda que pusiste
el corazón en ese vaso de cristal
que lo llenaste de whisky para darle sabor
y el agua mineral fue una excusa para poder eructar.

¿Me invitas otra copa?
No nena, recuerda que adoro el sonido de mi voz
cuando digo no
¿Me dices tu nombre al menos?
Por supuesto, yo me llamo cuando no estoy
Abdulá, por sarcasmo, claro...

Recuerda que ese beso es de adiós
y tu mirada ya la he visto otras veces
no se que tienen las mujeres conmigo
que me besan y agitan la mano
y se que piensan que será la ultima vez que verán mi rostro
en tu caso es cierto, en otros tal vez también,
en la mayoría no lo sé, pero especulo
mas siempre y sin excusa, el que se va primero soy yo
aunque te deje adelantarte,
me gusta mirarles por detrás.

Te ves triste
No te proyectes en mis ojos
que ya eran así mucho antes de conocerte a ti
seguro mi madre pensó lo mismo.

Recuerda que yo,
ya se que soy el mismísimo centro del universo,
y es un lugar totalmente vacío.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Banished

He descifrado la completa y absoluta verdad,
tras una exhaustiva investigación alcohólica
encontré el hilo negro en el telar de dios

y lo cierto es
que todo está a punto de reventar.

Todo se esfumara, la sonrisa del niño,
las ciudades y la cerveza, las mujeres,
el veneno y la sal.
Algunos hombres también,
pero nadie parecerá notar la diferencia.

La visión de vuestra historia reposara
en restos y polvo
en nada apilada y amontonada sobre más nada.

Sera un día próximo,
antes del mediodía
el mundo regurgitara
y el diablo silbara una endeble melodía
como la rasposa voz de Scarlet
cantándote al oído
entre coros de ninfas desnutridas.

He comprendido la fatuidad de todo esto
mientras caminaba por el malecón del puerto
lanzándole colillas al buque de carga
imaginando que eran misiles y aquello reventaría
en fuego y trozos de metal.

Riéndome conmigo mismo y de mí
encontré la mirada de una trigueña con cara de turista
y me devolvió la cortesía, sonrió conmigo.


Tú también lo sabes, Vicky,
esto es el centro del universo
y tú y yo somos el punto de ignición.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Querido Santa Clox:

Se que no he sido bueno este año. He blasfemado, he mentido, he traicionado aunque no supe bien a quien, no he robado pero tampoco he ayudado. He fornicado, he obrado mal en mis actos y en mi mente, y hasta en el baño que siempre cuesta más de asimilar. Resumiendo, he sido un chico malo. Pero qué putas quieres Santa si así es el mundo y la culpa no ha sido solo mía. Pues siempre el mal habito tiene por costumbre traerte un buen cómplice. Y si no es el mundo es el diablo o la gente, así que ya no jodas y concédeme tu gracia. Tú que diste a Rodolfo para salvarnos. Querido Santa, tal vez el próximo año consiga ser un chico modelo, un ciudadano civilizado, un buen tipo. Si la Vicky no llama y si Aurora se vuelve fiel, yo puedo asegurar que seré una buena persona. Y en dado caso, no empieces a joderme con cosas que todavía ni sabemos si pasaran, no seas cabrón Santa.

Después de todo, este año como casi todo el resto de la vida. Yo he jugado siempre en el bando de los justos, no de izquierdas o de derechas, ni del centro mucho menos los de arriba. Tampoco, pa’ que mentirte, con los de abajo. Ni con los buenos ni con los malos, alguna vez con los de en medio pero la vida ahí es demasiado indigestante y olvidadiza.

Digo de los justos; de los que estan justo afuera de la mierda cotidiana para respirar, para comer, para querer, para odiar, para estar. Justo afuera de los limites sociales para no joder. Para odiar al mundo por ser una parodia de buenos deseos y una pila de hipocresías. De injusticia, desigualdad, de indiferencia. Justo lo suficientemente afuera para no estar dentro de los que gobiernan el mundo y lo están destruyendo. La justa línea fuera de los que defienden a los animales pero no se preocupan de las personas, de los que hablan de los enfermos para disminuir sus cuotas de impuestos, de los que hablan en sus reuniones de la noticia del día y al siguiente fin de semana ya se olvidaron de todo y se ponen al corriente de la nueva mala, para “indignarse” y decir “que malo es eso” y luego beber su trago y volver a reír porque lo “malo” al menos no les esta tocando en la puerta. La justa línea afuera de los que respetan lo políticamente correcto aunque solo porque esta de moda, y decir “indio” es racismo pero no darles trabajo es normal y asustarse por vender a sus hijas pero no aceptar nunca que nosotros le vendemos nuestras hijas a cualquier puto chulo de moda que se presente, y decir feo al feo es feo. Y decir gay porque respetan pero si a su hijo le gustan machos torcer la boca porque algo no parece encajar en lo cotidiano. Y usar las palabras que no ofenden hasta que alguien se ofenda y entonces buscar nuevas palabras revisando previamente que nadie se ofenda, para ser un puto tolerante cortes que se muerde la lengua aunque en su cerebro siga detestando y rechazando aquello que no entiende. No Santa, yo no estoy en esas líneas. Alabado sea el Diablo y Jesús y Alá, que a todos los odio igual porque todos fueron hechos a nuestra semejanza.

No soy un chico modelo, pero ¿sabes qué Santa? Al menos estoy seguro de que no he participado en secretos destructivos ni en conspiraciones colectivas de pasividad. No hago alardes de sentimentalismo pero tampoco admiro a los que están en la cima orinando al resto de la gente que abre la boca y los vitorea. No soy de esa partida oscura y gruesa que dice que el mundo no es un lugar tan malo. Porque yo no me conformo con lo que este planeta es ni con la gente que lo habita. Si no podemos ser mejores y tratarnos con más respeto, de una buena vez que nos cargue la gran chingada y dejemos de joder al resto de pequeñas mierdecillas que lo habitan. Y si eso no te gusta Santa, puedes irte a chingar tu madre tú junto con el resto de ciudadanos civilizados que creen que estando de acuerdo con dios y el estatuto y las cordialidades ya pueden sentirse bien consigo mismos. NO es suficiente y ni tú ni la puta madre de los modales me podrán convencer de ello.

Pero no discutamos viejo panzón. Que me quiero portar bien para que me traigas mi regalo. Después de todo, yo estoy casi al borde del retiro. Que no es suicidio simplemente me hago a un lado. Pienso declarar mi vejez a los treinta y cinco. Pa’ disfrutar de la vida, digo. Pa no aplazar mi merecido descanso hasta una edad en la que ya este cansado, ¿así que puto chiste tiene? Pero esa es otra historia. Esta navidad, solo quiero un bate de beisbol. No, no me gusta el beisbol, odio el beisbol. Me parece un insulto para el deporte que se le llame deporte. Y si me aprietas un poco te puedo decir que es una actividad más de huevonada que el mismísimo futbol. Pero te cuento que mi vecina tiene un árbol de navidad en su patio que da justo a mi ventana. Lleno de lucecitas y esferitas que reflejan las lucecitas, y tintinean toda la noche e iluminan mi habitación. Así que si tú me hicieras el favor de traerme un bate, podría yo salir y matarlo a palos. Gracias Santa por anticipado. Eres un tío de poca madre. Hasta pronto.


Atentamente: S.S.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Seekers

Al final es cosa de palabras
no soy
no quiero
no estoy

Pero igual estas, quieres y eres.

Buscándole un sentido al vacío
nos encontramos de frente con el miedo
y la verdad.

En que poca cosa nos convertimos
buscando en el azar un asidero
Nos gusta ser objetos, disfrazarnos de lagunas
convertirnos en deseo

Aunque
es mentira que el deseo siempre es verdad

La única verdad
es nuestra piel de borrego
jugamos un juego donde todos son peones dispensables

Tu eres el objeto donde sacio mi sed de sangre
mi cantimplora de semen
el gancho donde colgué mi corazón

Yo soy la palabra que necesitas
la adoración intragable de la carne
el abrazo que redima los pecados
el suelo que pisas cuando te hartas de volar
el idiota que recoge los desechos de tu tiempo.

La verdadera libertad
tiene un precio demasiado alto
para los buscadores de sentido.

jueves, 17 de diciembre de 2009

El ruido y la furia

Mañana, y mañana, y mañana
se desliza con paso mezquino día tras día
hasta la sílaba final del tiempo escrito,
y la luz de todo nuestro ayer guió a los tontos
hacia el polvo de la muerte. ¡Muere, luz fugaz!
La vida es una sombra que camina, un pobre actor
que en escena se arrebata y contonea
y nunca más se le oye. Es un cuento
que relata un idiota, lleno de ruido y de furia,
que no significa nada.

Acto 5, escena 5 Macbeth.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

kamikaze

Estoy cansado, tirado en una cama
y los pensamientos del día caen
sobre mi cabeza como pequeñas agujas epidérmicas
un brazo sobre mi cara
apenas dejando libre los ojos
para terminar de leer ese libro que siempre leo
pero me he fastidiado
es una tarde gris tranquila
en esta ciudad de la que me voy despidiendo a plazos
y pienso que lo mejor o lo único bueno
que queda por hacer en un día
de aplastante mediocridad es encender otro cigarro
pero perdí el encendedor
carajo deberé levantarme.
Enciendo el ordenador a las milnovescientas en punto
y comienzo a describir una buena tarde
una tarde tranquila, solitaria, lejana
con soldados de la conciencia que me llueven ardiendo
¿o serán kamikazes?
Ahora pienso, que lo más correcto seria desaparecer aquí.
Dejo la crónica, no es lo mío.
Me pongo un casco, me elevo quinientos metros
escupo en el ojo de la luna
y me lanzo al vacío, pero sin prisa,
que nadie me espera allá abajo.

martes, 15 de diciembre de 2009

Escala de grises

Vuelvo a revivir aquella tarde cada tarde
la carretera, el silencio, el frio
la llamada de mi hermano
el escalofrío, el miedo,
sentí pánico escénico en el teatro de la muerte...
El camaro persiguiendo un fantasma por las calles
mis pies temblando al llegar al estacionamiento
las casas vacías, el mundo vacío
tu nombre, tu nombre
tu cuerpo ahí sentado, tu mirada apagada
tu boca entreabierta
un grito, que parecía suspiro

papá... papá... dije dos veces por si acaso

Luego el ruido, la gente, las voces
mi hermana rompiendo en llanto
los niños mirando con pánico la puerta abierta
gente extraña, familiares y de los otros
el sonar de los celulares, la policía preguntando
por si acaso, decían, es rutina, repetían.
Un medico confirmando el suceso,
“lo soledad, joven, ahora viene a rendirle honores”.

Un llamado que no me atreví a formular me dio vueltas por la cabeza
un nombre, mezclado con el silencio, una mano que ansiaba
me jalara por las comisuras de la oscuridad
que me tragaran las paredes, que me escupiera la tierra.

Nunca sucedió.

El humo que brotaba de aquella chimenea
me hizo recordarte sentado allí, allí mismo donde te encontró el final
tu cabeza recostada en una almohadilla
tu cuerpo que ya no era
tu nombre, tu nombre
su nombre, su nombre...
Todo se ha vuelto vacío.
No me cuadran las cuentas, no sé si son seis o cinco meses
la nostalgia es la misma, la melancolía parecida...
No puedo culpar al mundo por seguir rodando.
Quiero odiarlo pero me faltan fuerzas.
No puedo formular una querella contra lo que vino después,
quizá no estaba relacionado, quizá lo relacione de forma incorrecta.

Más todo parece un espiral con gravedad
que desciende lento y se traga lo que hay alrededor
como el virus del tiempo en las fotografías
que va agrietando lo que se ha vuelto gris
Al final cada rastro de polvo, cada arañazo
cada rotura, parecen haber estado ahí juntos siempre.

Los agujeros de la ansiedad y el miedo
no se pueden cubrir con sentimientos
sólo sangre, sólo tiempo, sólo solo.

“No estamos nada mal sin ti, pero podríamos estar mejor”

domingo, 13 de diciembre de 2009

V

He dejado que fluyan las palabras imprecisas,
he quitado la censura a lo que siento
he temblado de dudas mientras pensaba
en lo que no he dicho.

He terminado terminado.


He vaciado aqui todo lo que pense mientras miraba la tarde
terminarse,
he vomitado aqui todo lo que senti mientras miraba al cielo
entristecerce.

Ahora puede llover,
Caerse el mundo a pedazos
destrozarse la cabeza de quienes lean
morirse el miedo por espanto.

He terminado de quererte.
Esta noche comenzare a vivir por ti.
Porque te amo, y no puedes remediarlo
ni yo encontrar una cura que me entre por los ojos.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Desastre

Se veía el humo antes que el fuego
y el ruido precedía de un lugar oscuro
profundamente arraigado en el corazón
o la corteza cutánea de la lógica

y acudimos hacia aquel canto de llanto impostergable
fuimos testigos de la colisión
del fuego, la violencia, del silencio, del horror
prestamos auxilio a las primeras victimas
les dimos aire, vendas, agua, una sonrisa

pero todo fue inútil
los cadáveres dieron vuelta en la pista
bajo las luces entre el humo sobre la música de los silencios
la sangre broto de las heridas
el sub-suelo comió la carroña de sueños

Al anochecer desfallecimos en el intento
no dimos resucitación a la boca de la esperanza
no levantamos las cartas astrales del porvenir tortuoso.

Nos apostamos en una esquina
contemplando el deterioro
dejamos que los muertos siguieran su senda
y después fuimos tras ellos.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Espero perderme la pista

Voy a postergar un rato la poesía
intentare nadar, por una vez, con la corriente.
Esta noche saldré a la calle
y saludare a mis vecinas
“buenos días como estas, si oyes gritos no te asustes
estoy disecándome in absentia”

hasta que salga el sol caminare
como camina la gente
puedo confundirme entre ellos, estoy seguro,
comprare el diario matutino
y envejeceré tranquilamente por un par de semanas
luego entonces, nunca antes,
podre volver a ser el que nunca fui cargando conmigo
en estas cuatro paredes
tan hambrientas y mohosas.

Espero que al volver, haya pasado esta miseria
y las tragedias sean digeribles
y dos cometas hayan destrozado la luna
y tenga el olvido un cráter del tamaño del abismo
donde podamos guardar nuestras ausencias y manías.

Y si al regresar a casa no me encuentro
y me descubro muerto de hambre o de amor,
que el amor sin hambre es espejuela,
no me preocupare por mí, tirare al cadáver en una zanja
y plantare tomates, para ver si crecen enredaderas.

Au revoir frankstein, voy por una tuerca.

Invierno

Hace tanto frio aquí en mis manos
golpea el viento con tanta vehemencia la ventana
que me siento un personaje atrapado
en un cuento de Poe, correteando cuervos
y tapizando corazones con la esperanza incierta
de que se callen de una buena y jodida vez

Están lloviendo gotas de sal en el calcio de los huesos
el cielo se cae a pedazos, gotas cayendo a trompicones
dentro de la piel surge el llanto postergando el infinito.

Hace un calor seco en mi pernera
dejo que la sabana se impregne
con el aroma y la humedad
que me dejaste en la comisura de los gritos,

Enciendo un cigarrillo, esperando incendiar el mundo
dejaré caer cenizas incandescentes, descuidadamente,
por si acaso el hilo negro de la vida es inflamable.
Una luz oblicua intenta absorberme en el fuego,
todo se quema, las llamas queman los despojos
y dejo que la piel que no te respira
desaparezca con el último remanso de este deseo...

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Ven a tocar el tambor que dios se esta quedando sordo

¿A dónde se supone que usted va enfermera? No arroje las maletas, no cierre la puerta, no se quite los guantes, lo descuelgue al perico parlante, no desarañe los rasguños del gato, no destienda la luna. Que no ve que la poesía está delirando aun bajo la fiebre y los espasmos, todavía requiere el cuidado fino de sus manos. No se puede desenterrar un sueño que ha crecido bebiendo de la fe subterránea y esperar que sobreviva al sol. Si el cuarto oscuro de las fotografías de su alma se cierra para siempre, quedara un hueco en el pecho de las musas. Las tontas musas que se soportan porque son ciegas.

¿Qué no sabe, No se lo contaron las calles solitarias que merodean la madrugada?

Que una gota de sus lágrimas silentes pueden revivir más muertos que una carreta de tetas tirada por bueyes. Que sus ojos de tímida miel son un dulce oasis de desiertos imaginarios. Vos no puede soltar la mano de los ciegos en túneles impasibles de esta quietud mortal, se perderían entre canciones repetidas de pulp ficción.

Qué haré yo con mis limas rojas con los gritos con el crujido con esta adicción de pegarme a sus versos con esta ansiedad de doblar esquinas por si se desdobla un susurro de su voz o de sus fantasmas cristalinos, ya por lo menos de sus silencios que gobiernan la nada.

¿Qué no recibió el fax de los demonios negros que pintan cruces blancas en las villas de los muertos?

La poesía no es poesía si no pasa por el filtro de las miradas vagabundas. Es enfermedad, asfixiante y testaruda. Es enfermedad contagiosa de razones. Es enfermedad visceral de gritarle a una hoja en blanco insultos de belleza inagotable. Pero enfermedad al fin. Como enfermedad es la sed de mis parpados cuando se cierran tras una palabra suya. Como enfermedad es la que corroe los dedos cuando quieren vomitar un verso, una plegaria, una oración. Y vos padece esa enfermedad y yo soy el que delira entre el cristal de las venas. Sin esa flecha punzo cortante y envenenada que viene a saciar mis malestares.

Si al fin has encontrado el tambor para estrellarlo y vapulearlo en los oídos de dios. Llévame con vos. Y si no esta ahí, si lo sigues buscando entre líneas de la prosa que grita tu cabello y en las sombras que te aúllan los espejos y en el dolor ardiente de la soledad y en el amor calcinado y el amor efervescente y el amor impuesto impostergable imperfecto súbete a un gato volador y vuelve. Que la poesía es un chiste mal contado cuando vos no la escribes.

Recuerda que el camino del olvido esta repleto de recuerdos. ¿Para qué seguirlo? Mejor sigue en este padecimiento tumultuoso de recuerdos tristes que nos martillean el cráneo y nos lapidan el nombre y nos crucifican en la cama para despertar cada día y sentirnos extrañamente familiares con el cadáver móvil que ahí yace. Mejor ven a destruir el mundo piedra a piedra con los diamantes blancos de tu saliva. Ven a endulzarnos el mar con tu luz amarga.

Y si acaso tu camino es imperturbable, y tu olvido una condena irreversible y tu ausencia permanente. Haz el favor, como si fuésemos amigos, de plantar boronas de pan en tu camino. Por si un día yo y los insectos y las estúpidas musas y los demonios sordos tenemos la urgencia urgente de seguirte.





Esperanza

Cada semana me inscribo a tres o cuatro grupos suicidas.

Luego de la complicada búsqueda
entre neuróticos, alcohólicos y trasvestistas
eventualmente encuentro una zona de confort

Y todo suele ir bien,
hasta la punta filosa desafiante en la muñeca
del beso frio en la sien
la sofocación de una cuerda en mi garganta
o al pie del abismo donde vuelan
mariposas negras

Pero luego algo ocurre
siempre ocurre

Un grito, un crujido en la azotea
un maullido, el ring ring del teléfono
el clac clac en mi cabeza
un imprevisto
un accidente, una tiranía

Así que me resigno y salgo
para no dejar los pendientes me digo
y lo que me digo me lo tomo muy a pecho

al volver suelen estar todos muertos.

Pero no pierdo la fe.
Esta semana ya me inscribí a dos.
Por si hay suerte.

martes, 8 de diciembre de 2009

Dicotomía

Todo se pudre en el instante que tomamos plena conciencia de aquello que hemos dejado, de eso que fuimos y que no volverá. Cuando bifurcas la vida, rara vez tomas conciencia de ello pero sin duda hay un punto en que sabes, y lo sabes bien aunque te lo niegues a ti mismo. Que no estas en el sitio que habías imaginado y que estas cosas no venían en el folleto que viste.

Hay un tipo en la dimensión alterna que toma café frente a su escritorio mientras una ligera brisa de otoño se cuela por sus gafas pulcras y acaricia su cabello perfectamente peinado. Conservado en gel y champú que huele a menta. Mira la fotografía de su hija sonriendo y se acaricia el anillo de compromiso que no se quita ni para limpiarse el culo. Esta satisfecho, lo puedes sentir en sus regordetes bufidos y en la camisa planchada, y en sus suelas de goma y pantalón de seda. Incluso lo puedes tocar en sus muñecas que no tienen cicatrices y sus ojos despiertos signo de noches placenteras y sueños tranquilos. Y lo puedes oír en el auto modelo reciente aparcado en la acera de enfrente.

Yo supongo que un hombre puede vivir sin poesía cuando la vida es tan parecida a la belleza que la muerte es parca y gris y lejana. En esa dimensión alterna el tipo que toma café frente a su escritorio tal vez muera de un infarto a los cuarenta, o le caiga un piano cuando vaya a pagar una cuenta del banco y su muerte será dolorosa y enfermiza para el resto. Pero el podrá morir con una sonrisa y en perfecta armonía con la vida. Nadie muere feliz, pero si que hay gente que muere tranquila. En esta dimensión y en cualquier otra.

El tipo que toma café frente a su escritorio en una dimensión alterna se parece a mí, aunque la mirada sea distinta. No solo en la forma de ver sino en los ojos mismos que aun con los mismos rasgos no llevan tatuadas las mismas imágenes. Pero el tomo las decisiones correctas y yo, aunque no haya un piano volador que pueda tocarme y mi cuerpo enfermizo sea un pedazo de carne infatigable estoy aquí, y estoy bien. Estoy bien. Sólo dadme un calmante.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Una canción para ti, oh si, para ti

Read

Nos Volveremos A Ver Lyrics

here.


Nunca hay un adiós total
entre dos ñeris
siempre es un “nos volveremos a ver”
en algún lugar del tiempo
No hay olvido cuando existe
la amistad y el respeto
el recuerdo de momentos entrañables
alegrías y secretos
Nos volveremos a ver
porque siempre hay un regreso
por eso contá con eso
pongo mis manos en el fuego por vos




La vida es larga mon cherie, contá con eso

De los años que pasan como vagones

Querido cisne negro:

En el interminable recorrido del fracaso
un insecto aviador de oscuras proporciones
nos ha afectado el olfato
nos ha estrellado las retinas
nos ha enmudecido el tacto
la lengua siempre repta por el olvido.

Ahora los versos son de carne y hueso
la carne es de rutina, el hueso lo de siempre
blanco y tibio besando la sangre.

Ahora las noches son de cuentas
por saldar y por ignorar
del banco y algún supermercado
de crédito y debito, de súbito inédito.

Ahora el amor es de nostalgia
y los sueños pasajes de semblante diurno
de sentir la costumbre, porque esta anarquía
nos esta calando en los huesos.

Ahora siempre volvemos a la espuma
para arremeter contra la costa
o diluirnos en alguna ola redentora.
ahora siempre repetimos las analogías
por si alguna vez nos las compramos.

Querido cisne,
estamos perdiendo la tristeza,
se la vendimos a la filosofía barata
de este insecto que se aproxima a los treinta.

En once años simplificamos la perspectiva
y nos compramos un deportivo.

domingo, 6 de diciembre de 2009

--- aviso inoportuno

Estoy saturando el futuro con pegatinas del pasado. Bendita opción esta la de "programar tareas" y aunque la muerte llegue o me aburra de toda esta mierda. Ya tengo casi todo el 2010 saturado de poemas que alguna vez escribí. Y están (estarán es mas apropiado decir) aquí:


http://morbo-napkin.blogspot.com/

Por si alguien se interesa, y si no también. Me he prometido no hacer nada para remediarlo, porque ya me canse de borrar blogs y con ello cargarme tres o cuatro textos de tiro por viaje. No se si sean buenos o malos, solo se que son mios y tal vez mañana no haya mas.

El aguijón va en mi pecho

El mundo es un aguijón
convexo en mis venas
el aire que me inyecta
el veneno que figura
la aguja, el agujero
mis gotas de lima roja

La mujer que amo
tiene los labios fríos
y se derrama en espuma
su vientre cristalino,
su fondo transparente
repleto de cenizas,
el cristal, su saliva
doy tragos largos por cada pestañeo

A mitad del destierro
con gente flotando
sobre las hojas de un abogado de Dios
con el dentista sonriendo mientras
te muestra su destornillador
niños, carros, faldas, gritos,
welcome to Sunhell Boulevard.

Fantaseo con una muerte trágica
me inyecto a la mujer que amo
mientras bebo del sudor de mis venas
El aguijón va en mi pecho.

Ruido y furia

Mañana, y mañana, y mañana
se desliza con paso mezquino día tras día
hasta la sílaba final del tiempo escrito,
y la luz de todo nuestro ayer guió a los tontos
hacia el polvo de la muerte. ¡Muere, luz fugaz!
La vida es una sombra que camina, un pobre actor
que en escena se arrebata y contonea
y nunca más se le oye. Es un cuento
que relata un idiota, lleno de ruido y de furia,
que no significa nada.

Acto 5, escena 5 Macbeth.
William Shakespeare

viernes, 4 de diciembre de 2009

Del verbo to be or kill yourself

En que otro tiempo hubo permanecido la derrota, en la flácida sonrisa de una victoria. Si es que el tiempo verbal esta nublado, no es mi culpa amor mío es que nos han endurecido las temperaturas. Cuando mi sombra permanece abstracta en su manía de tomarme, yo abdico a la vergüenza y me apeo de un instante, pasajero, como yo permanente en las retinas de los dioses. Esos dioses olvidadizos y anecdóticos que nos lapidan con sus tragedias. Perseo, es bien sabido, tenia los calzoncillos demasiado hinchados como para detenerse a reflexionar sobre sus promesas.

La única tragedia hoy en día, es que cada vez amanece todo igual, cada noche cae a los pies de su cruel opresor el sol. Y hay que levantarse, fatigarse, moverse para no secarse, envilecerse, parodiarse, olvidarse. Del olvido selectivo hoy sustraigo una frase: La vida no es forma de tratar a un animal. De la memoria constructiva hay que suponer que cada bala en el cañón fue puesta inequívocamente con la consabida determinación de autodestruirse.

Algo hice mal en el camino. Sigo en pie. Y no hay olvido.

Enciendo otro cigarrillo, el tabaco no es pólvora. El humo no es adiós. Los pulmones no son bodegas. Tengo los dedos rotos pero intactos, que manía tan salvaje de guardarme el alma entre las uñas. Un poema tras otro pedazo de basura estética lingüística tras otro. Los voy formando como soldaditos de cartón. ¿Qué decía el poema aquel? “Al patíbulo todos, bang bang bang, ya tengo otra poesía, como carajos no”.

Estoy escribiendo para no matarme. Aquí y esta noche, pum, se acabo, no va mas. Pero no se confunda mi elección de deterioro como una apuesta por la vida. Es la elección del menos fatigoso de los males. Es más sencillo escupir palabras que tomar mi humanidad y lanzarla por la ventana. No soy pesimista con ánimos progresistas, simplemente soy perezoso. No soy un optimista con animus necandi, simplemente tengo un nudo congestionándome el oxigeno al cerebro y no sé como destaparlo.

Un poema y otros diez, ya van cien. No es poesía son palabras. Tan baratas como un beso, por eso las dilapido sin contemplaciones. Los besos se agotan, el odio se fatiga, el cansancio se revitaliza. Las palabras son siempre eternas. Como la noche y sus luces de neón, podrán opacarse durante el día pero ahí están y así seguirán. Ad nauseam.

Podría esta noche, señor juez, escaparme de la cofradía con la pereza y la muerte para salir a bailar por las calles con un jarrón de cerveza y empinarme la vida en una avenida transitada o peor aun, en las piernas de una prostituta, o mejor aun en el pecho de una puta. Acariciar su vulva y dejarla violar mi soledad. Para que así, por lo menos un momento el suicidio parezca demasiado ordinario al lado de un orgasmo multilateral. (Con las putas los orgasmos por fortuna siempre son bilaterales). O podría, en cambio, divertirme colgando mi cabeza de un precipicio para ver si espanto algún animal de los que llevo dentro y salen huyendo, exorcizados. La tristeza, es un virus que no habita en los muertos pero mucho menos en los asustados. Podría, señor juez, ¿olvidarme que amanecerá y vender la vida por un rato de vino barato y mala música?

Yo creo que no. Seguiré escribiendo. Dos poemas, y otros cien, ya van mil. Es más barato que el veneno para ratas.

Existir, porque no hay más remedio

No acato, la existencia como una impostura,
es un mal delegado, una costumbre contagiosa
una enfermedad espontanea que aparece
por rutina o combustión,
la herrumbre no aprenderá nunca a quitarse
es una práctica que no enseñan las bacterias.

Permanecer en pie por cobardía, por necedad,
por valor a contrafuego, por intuición prejuiciosa,
por la rebeldía innata de ignorar las señales del camino
por un juramento profesado al mundo
de verlo caer antes que yo, orgulloso que soy.

Hay que atesorar los miedos, conservarlos en almíbar
o mejor en alcohol, hay que contagiarse la esperanza
de boca en boca, y mano en pecho, de alma a dientes
para darles una puñalada por la espalda
para traicionarlos con un acto salvaje de valor
el requerido para aguantar el trote y las cenizas
para tragarse el polvo que dejan los de adelante.

Existir, para emancipar el vicio de malvivir,
congestionar las autopistas, robarle aire a los niños
y las dentaduras postizas a los muertos
que las calaveras rían allá abajo, en la oscuridad
bajo tierra, están seguras, la pasan bien.
Yo quiero maltratarme un poco, malcomer a ratos.
Y escupir el último bocado de aire, en la boca de la vieja muerte.

Existo, porque me reconozco incapaz de remediarlo,
por si un mal día pasa algo bueno. Por si acaso.




“Existir es una costumbre que no desespero de adquirir. Imitaré a los otros, a los astutos que lo han logrado, a los tránsfugas de la lucidez, saquearé sus secretos y hasta sus esperanzas, feliz de poder aferrarme con ellos a las indignidades que conducen a la vida.” (Emil Michel Cioran)

jueves, 3 de diciembre de 2009

Far away, blowing in the smoke

La mujer del clima
anuncio precipitaciones tropicales
en pleno invierno seco
donde vive la calma del despropósito.
¿Creerás cuando digo qué hoy comenzó a llover?

Te estás yendo, nena
agita la manita y dile adiós al brillo de mis gafas

Far away, blowing in the smoke.

La muerte me sonríe cuando se sienta a mi lado,
también te dice adiós, cruza las piernas,
yo acaricio su rodilla y le pido tres deseos:

Quiero que por esa ventana
justo ahí
atraviese una vampira gélida
entre hondas micro orgánicas
y encaje sus desastrados colmillos en mi desastroso cuello
y quiero que esa misma princesa del mal
se trague mi sangre neuronas y algo más que vitalidad

quiero ser un rasguño lamiéndole las uñas
y escurrir, escurrir.

Far away, blowing in the smoke

La mujer del clima
anuncio precipitaciones tropicales
en pleno invierno seco
donde vive la calma del despropósito.
¿Creerás cuando digo qué hoy comenzó a llover?

Te estás yendo, nena
agita la manita y dile adiós al brillo de mis gafas

Far away, blowing in the smoke.

La muerte me sonríe cuando se sienta a mi lado,
también te dice adiós, cruza las piernas,
yo acaricio su rodilla y le pido tres deseos:

Quiero que por esa ventana
justo ahí
atraviese una vampira gélida
entre hondas micro orgánicas
y encaje sus desastrados colmillos en mi desastroso cuello
y quiero que esa misma princesa del mal
se trague mi sangre neuronas y algo más que vitalidad

quiero ser un rasguño lamiéndole las uñas
y escurrir, escurrir.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Depredador

La lucidez nace del hambre // Ese momento prófugo de verdades // O lo que parece verdad (Un rugido del vientre no tiene que ser sincero pero necesita ser saciado). // Querer estar, necedad de ser, ansiar poder // El vicio, la amargura, el vacío de tu pecho hinchado // Con su virtud, su esperanza, su amor, hasta la propia ambición // La medicina para el dolor de muelas, el beso de plomo para el dolor del alma // Los buenos deseos y la esperanza que le robas a cada medio día // La eterna búsqueda de la sonrisa // Es un pellizco en tu cerebro // Es sed, no es fe, es sed y es certeza. // El cuerpo dispone del tiempo (El tiempo que es espacio saturado de ansiedades) // Para buscar, rastrar, perseguir // Ese cumulo de pequeñas concupiscencias que reclama el espíritu de la carne. // Porque somos una fabrica de necesidades // No hay momentos vacuos en la vida de ningún hombre // Cada instante devorado por la acción del tiempo // Es un acto de enfermiza hambre// Que te devora, te mastica, te escupe // Apenas ileso para que vayas y consigas un trozo mas // La lucidez nace del hambre, del instante en que descubres lo que tú sed impone // De acatar el grito sordo de tus venas // Las exigencias que tu mente clama para calmarse // Para encontrar el regocijo, ese instante fugaz // En que saboreas tu presa//

Afila tus garras, abre las fauces, enfoca tu presa… Persigue… Mata, mata, mata.



"Padre nuestro que estas en las visceras, esto es lo único que sé, tengo hambre y cazaré."

martes, 1 de diciembre de 2009

Gota a gota

Caballero, esta noche no hay poesía. Hay un invierno seco por delante y mañanas lluviosas. Kilómetros de asfalto que llevan a cualquier parte y su enfisema cardiaco invadiendo el cerebro. Esta noche las musas se han ido a dormir temprano, quieren estar frescas para la ejecución matutina de los sueños. Si es que no se suicidan antes o se mueren los que están en huelga de hambre. Esta noche no hay pezones flotando en el ambiente ni bocas ansiosas mordiendo centímetros de aire cargado de deseo. Esta noche no tiene futuro; morirá antes que el sol aparezca o simplemente todo se evaporara hasta dejar un solitario universo de piedritas viajeras y el viejo gurú de la galaxia se preguntara, si es que aquí alguna vez hubo vida.

Hurry up nena, el tiempo se agota de esperar que consumamos los besos que le restan a tu boca. Ausencia mía, gota a gota destílame una caricia con tu saliva.

Waiting for the miracle




Baby, I've been waiting,
I've been waiting night and day.
I didn't see the time,
I waited half my life away.
There were lots of invitations
and I know you sent me some,
but I was waiting
for the miracle, for the miracle to come.
I know you really loved me.
but, you see, my hands were tied.
I know it must have hurt you,
it must have hurt your pride
to have to stand beneath my window
with your bugle and your drum,
and me I'm up there waiting
for the miracle, for the miracle to come.

Ah I don't believe you'd like it,
You wouldn't like it here.
There ain't no entertainment
and the judgements are severe.
The Maestro says it's Mozart
but it sounds like bubble gum
when you're waiting
for the miracle, for the miracle to come.

Waiting for the miracle
There's nothing left to do.
I haven't been this happy
since the end of World War II.

Nothing left to do
when you know that you've been taken.
Nothing left to do
when you're begging for a crumb
Nothing left to do
when you've got to go on waiting
waiting for the miracle to come.

I dreamed about you, baby.
It was just the other night.
Most of you was naked
Ah but some of you was light.
The sands of time were falling
from your fingers and your thumb,
and you were waiting
for the miracle, for the miracle to come

Ah baby, let's get married,
we've been alone too long.
Let's be alone together.
Let's see if we're that strong.
Yeah let's do something crazy,
something absolutely wrong
while we're waiting
for the miracle, for the miracle to come.

Nothing left to do ...

When you've fallen on the highway
and you're lying in the rain,
and they ask you how you're doing
of course you'll say you can't complain --
If you're squeezed for information,
that's when you've got to play it dumb:
You just say you're out there waiting
for the miracle, for the miracle to come.

Adivina

Quieres un poema, anda y cómpraselo a Rimbaud
yo te ofrezco una cereza, avinagrada y un pelín pasada
con su amargura visceral estreñida y desatada
la flecha de la punta del cuerno del diablo
que se cuece al sabor del destierro
entre compañías tanto por ciento solitarias
equivalentes a la demencia ordinaria de la razón.

Adivina qué tengo en la mano izquierda
si puedes aguantar lo que llevo en la derecha
entre las garras llevo el corazón ardiendo
pero nunca digo el nombre de la bestia
al otro lado un botón que descubre mi perversidad.

Ven y acércame tu compañía, yo la tomare
como es debido, por un insulto descuidado
te guardare un rasguño, una letra de cambio
una infamia y mi absoluta e inquebrantable
falta de compromiso.
Le voy a guardar un beso de adiós a nuestro futuro.

Adivina

Quieres un poema, anda y cómpraselo a Rimbaud
yo te ofrezco una cereza, avinagrada y un pelín pasada
con su amargura visceral estreñida y desatada
la flecha de la punta del cuerno del diablo
que se cuece al sabor del destierro
entre compañías tanto por ciento solitarias
equivalentes a la demencia ordinaria de la razón.

Adivina qué tengo en la mano izquierda
si puedes aguantar lo que llevo en la derecha
entre las garras llevo el corazón ardiendo
pero nunca digo el nombre de la bestia
al otro lado un botón que descubre mi perversidad.

Ven y acércame tu compañía, yo la tomare
como es debido, por un insulto descuidado
te guardare un rasguño, una letra de cambio
una infamia y mi absoluta e inquebrantable
falta de compromiso.
Le voy a guardar un beso de adiós a nuestro futuro.

lunes, 30 de noviembre de 2009

I think i see a dead woman

El corazón me pide un reposo
de tanta mierda que le saturo a mis coronarias
al sístole guardo un recuerdo
al diástole tengo el mismo miedo
en la herida abierta que gotea un puñal
(mis venas no gotean sangre, gotean navajas)
tengo dos nombres que quiero olvidar:
el mío y el de aquella que me quiso desangrar.
Tres sueños que me quiero cumplir
un grito que prefiero callar
y un aullido que te quiero susurrar.

Voy a cambiar de esfera, voy a silbar una canción
que me invente cuando iba pateando latas,
voy a escribirte poemas para que no los entiendas
voy a imaginarme como es el roce de tus manos
en mi cuello, si es que tienes el vicio de estrangular,

y te voy a guardar un lugar deshabitado
para conocer el punto exacto donde nunca estarás.

Después de todo ello, de cabeza caerás
por las estrellas rotas para estrellarme un beso
como dos imperfectos desconocidos que al fin se alcanzan,
gracias al milagro maldito del azar

quizá entonces, sine qua non el tiempo empeore,
pueda empezar a mal vivir otra vez.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Soy alergico a mi piel muerta

Un estremecimiento me arrojo de la cama demasiado temprano. Hubiera jurado que era lunes, parecía lunes excepto por la gris tranquilidad en la calle el mundo parecía un lunes postapocaliptico. Al fin pasó y un gran rayo cósmico se ha cargado a la puta gente. Pero era domingo, domingo por todas partes. Incluso aquí que a veces me da por detener el tiempo. De no ser porque al saltar fuera de las sabanas me ataco el bicho ruin de mis alergias ya me hubiera largado a trabajar.

Estornudo mío, ojos rojos de cada día, nariz rota congestionada que vienes a quererme. Salgo a la calle a trompicones, empiezo a sospechar que mi casa tiene demasiado polvo, o demasiados bichos o demasiado “yo” y a eso soy alérgico. La conciencia de que no era lunes me llego igual que despertar, como si el engranaje más somnoliento de mi cabeza finalmente se hubiera ajustado. Y ya con todas mis neuronas puestas, aunque un poco sacudidas por los estornudos. Me pregunto, sólo me pregunto, si toda la gente despierta igual; Dando un salto vertiginoso desde el fin del mundo. Sintiendo hilos invisibles que me atrapan desde un lugar lejano parecido a la muerte. Como deben sentir los que tele transportan en star trek. Y no es que en mis sueños este en un lugar demasiado confortable. Es que, damas y caballeros, siento que formo parte de la garganta congestionada de algún dios extraño y este de pronto me escupe a la cama y ahí cobro vida. Quizá el problema sea que me levanto cuando todavía ni siquiera puedo ver bien, totalmente confuso empiezo a dar pasos de borracho. Estornudo, salud-gracias, sigo.

Ahora pienso, que tal vez escribir me salve, no me lleva a lugares extraordinarios porque no paso más allá de mis recuerdos, pero me salva. No es la felicidad tal vez. Y también sospecho que una cámara polaroid no desaparece a la gente, simplemente la vuelve plana y bidimensional. Como aquel cuento de Stephen King donde un niño sueña con Polaroidville. Ahí se va la gente que retrato aquel niño. Y llego a la cuenta de cuantas personas he podido enviar a villa horrenda en mis relatos, cambiándoles el nombre y la identidad. Pero mejor aun, a cuantas podría desaparecer de este plano astral si mi polaroid aun funcionara. Agrrrchu. Salud dice una vecina. Gracias mamita linda le contesto con mi mente. Mi boca dice otra cosa.

En la calle me doy cuenta que no me he peinado, y que detesto caminar con chanclas. Por suerte ayer me corte el pelo así que mi cabeza no parece un casco alienígena de romanos. Pero el jardín no esta deshabitado como acostumbra los domingos. La vecina esta ahí jugando con su bebé y esa señora siempre me pone nervioso con sus miradas inquisitivas. No sé si me quiere arrancar la ropa o llamar a la perrera. Regreso a casa y comienzo a escribir. Pero mi alergia no cede, me largo de aquí. Vuelvo mañana a ver si ya mi cama esta libre del polvo o yo estoy libre de mi. Bye, ciao, fuera. Estornudo y sigo.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Poseído

Esto paso siendo un niño.

Al entrar en la habitación de mamá, un oráculo de arcanos indescifrables que siempre olía a yerbabuena, lo primero que vi fue aquel bulto oscuro en la repisa más alta del armario. Use de escalera las puertas para tomarla y al sentirla en mis manos fue como el beso de una bruja. Hipnotismo dije mas tarde, y años después sigo pensando que ese maldito artefacto me hipnotizo. Le sentí vibrar entre mis dedos y supe que su cañón profundo buscaba una presa para besar. Yo le entregue varias ofrendas.

Fui a donde estaba papá mirando aquel partido de futbol y me lleve ese objeto del diablo a la altura de mis ojos, afinando la puntería con la precisión milimétrica de un asesino en ciernes. Entonces le apunte, sin malicia y sin saber que iba a suceder le apunte. Papá me lanzo una mirada sorprendida y así quedo perpetuada al tiempo cuando dispare. Dispare dos veces para estar seguro. Luego fui al patio trasero donde mamá tendía las ropas húmedas al sol, me miro por encima del hombro y se percato de lo que tenia entre las manos pero creo que lo que la asusto de veras fue mi sonrisa retorcida, entonces dijo “no” pero no pudo detenerme, le dispare tres veces por puro amor. Corrí lejos de ahí con la sed de más en mi cuerpo, con la ansiedad de volver a oprimir mis pequeños dedos para permitirle al diablo colarse por la luz, esa luz cegadora como un fuego blanco. Encontré a mi hermano mayor tumbado en su cama pensando en las cosas que deben pensar los adolescentes, que por ese tiempo yo presentía que eran filosofías profundas sobre la estratagema nocturna y sin darle tiempo a responder descargue en él lo ultimo que quedaba dentro del cartucho.

Estaba vacío ahora, su cañón parecía un dragón muerto con los ojos abiertos. Y mis manos temblaban de pura euforia.

Con la sed de aquel artefacto del diablo saciada me encerré en el baño para repasar las pruebas de mis crimines recientes. Con un poco más de calma pude tener plena conciencia de los terribles e irreparables errores. De las atrocidades que aquel ente maligno me empujo a hacer. Papá había perdido la cabeza, de mamá solo se distinguían manchas de colores mezclados y una mano abierta. Mi hermano fue el que se llevo la peor y más humillante parte, quedo tendido en su cama cual largo era con una mirada estúpida como de quien descubre que ha ido a parar a los rieles de un tren desbocado.

Eran todas fotos horribles. Descargue la polaroid con pésimas tomas de cuerpos descuadrados y miradas sorprendidas en ángulos imposibles y con claras señas de una luz intrusa apuntando hacia la lente sólo para empañar mis obras de arte. Y lo supe bien a pesar de que era mi primera vez.

-Cuando tenga mas cartuchos lo haré mejor, pensé.

Tu fotografía esta al borde del delirio

A veces miro tu fotografía
la de usted señora
pequeña luz en horas inciertas

y recuerdo que una vez, tal vez
logre tocarte, y esa vez sin duda,
tú me tocaste
y tengo preso el instante preciso
del sabor de la sorpresa
y el amor, tirano intenso,
que me embargo // incluso //
al descubrir que aquello
no podía durar demasiado

y te vi llorar, tejer alfombras voladoras
con los deshilachados sueños rotos
y te vi reír, sumergirte en un claro de luz
en medio de la oscuridad y nacer desnuda

no se si eres feliz, se te ve muy bien
¿pensaras en mi? se me ve borroso
pero siento un pellizco en el corazón al verte
y saber que fuiste tú el más preciado recuerdo
de lo que no viví.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Como dice la canción

-Doctor, creo que estoy gravemente enfermo. Estoy herido pero no he sangrado. Y aunque “tengo mi pecho de acero” yo sentí la punta entrando por un lugar mas parecido a la yugular.

-¿Insomnio, malestar estomacal, dolor de cabeza, manchas rojas en la piel, pus donde no debería haber pus?

-¿Y donde carajos sí debería haber pus?

-En las heridas, por supuesto, es lógico a todas luces que un sangrado mal tratado derive en la consecuente infección. Usted no tiene pus. ¿Por qué no tiene pus?

-Porque ni siquiera tuve sangrado. Me atravesaron un cuchillo. Metafóricamente hablando. Y me queje, me queje como un escolapio que ha perdido su hora de recreo por estar pintando el pizarrón con palabrotas. Pero luego fui y dormí como un bebe. Como no había dormido en meses, le aseguro.

-Ah, podría ser adrenalina. No me haga caso pero he oído de casos sobre gente que pierde alguna extremidad del cuerpo y aquello no tira ni una gota de sangre. Por la adrenalina según entiendo. El torrente sanguíneo se retira, da un paso atrás. Como el mar antes de destruir una zona costera. Pierda cuidado, el maremoto le alcanzara.

-Definitivamente mi sangre no es de sal y yo no soy una puta zona costera. Si acaso una isla encallada en el fin del mundo. No es eso. Lo peor son las alucinaciones.

-Explique.

-Llevo días, meses, imaginando una mujer. Una mujer que no conozco. No se llama Dalila, como la de Pig. Pero si que la puedo evocar “degollando la lengua”.

-Ah vaya, eso lo explica todo. Usted tiene las arterias vacías y en sus coronarias hay polvo de sueños. Sólo falta que alguien venga y le rellene como si fuera una estúpida copa rota.

-Puede ser, doc, puede ser. O podría ser que tengo las arterias llenas de etcéteras, como dice la canción.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Diablo Guardian

Yo no sé si usted llegó a mi vida con la misión expresa de rescatarme de una guillotina inminente, pero es cierto que su llegada me salvó de escoger entre la muerte y la locura.

La locura: una cárcel distante cuyas puertas son tanto más nítidas cuanto menos uno se resigna a vivir en el horror. La locura no brota como una súbita infección en el cerebro. La locura es aquella enfermedad que sólo amenaza cuando ya sus uñas se han alojado en las entrañas, de modo que pelear con ella es también despedazarnos el vientre, oprimirnos los pulmones, perder el miedo a la muerte como se pierden la inocencia y el amor.

El amor es un bien que no he perdido. Cuando entre las condiciones que se le ponen al amor no se halla la correspondencia de quien se ama, y en realidad tampoco puede hallarse ninguna otra porque se ha decidido amar incondicionalmente, el amor, que por su propia vehemencia vive más allá de posesiones tan irrelevantes como el bienestar y la cordura, sólo puede perderse con la vida. No he muerto, luego amo.

Amo a una mujer a la que no conozco, y tal vez a ello se deba que no pueda cesar de contemplarla cada vez que la ausencia del mundo me brinda el anestésico de la soledad. Sé que esa mujer existe, podría dibujar la fachada de su casa donde vive y pienso, porque así aún lo quiero, que ocupo algún lugar en su memoria; pero a mí la memoria no me ha servido sino para frenar mis pasos, atar mis ojos al interior de los párpados y proyectar en ellos la película más obsesiva del mundo: Dalila.

Dalila es un nombre que no tiene cuerpo. Dalila es la palabra que a diario me visita pero jamás se queda a dormir. Dalila son seis letras formadas por cuchillos. Dalila es el principio de la música y el fin de la plegaria. Dalila es ese nombre que un día escribí en los muros de la casa de Dios; desde entonces acaricio su textura, tal como otros recorren con manos, boca y ojos a sus mujeres. Dalila se pronuncia degollando la lengua, y luego acariciándola. Es el nombre que tuve que inventar para ocultar al otro: el innombrable, aquél que sepulté para ya no decirlo ni pensarlo ni escribirlo. Y si hoy abandono mi juramento y escribo ese nombre en el sobre donde habrán de viajar moribundas de miedo estas palabras, lo hago con el solo propósito de que lleguen hasta usted, aunque con la secreta esperanza de que jamás lo logren. Quiero pedirle perdón por mi atrevimiento, por mi cobardía y por cada una de las debilidades que con seguridad me hacen indigno de habitar sus recuerdos. Pero antes de narrarle una historia que es más suya que mía, debo también pedir perdón por ella, por Dalila.

Dalila es usted.




Xavier Velasco

martes, 24 de noviembre de 2009

Amiga mía, mon cherie

Amiga mía, me estoy buscando la poesía en el bolsillo
yo pensaba que hacerla era tan simple como sudar
-tres vueltas a la cuadra y tendrá usted un soneto-

y para evocarla bastaba con tronar los dedos
o quitarme la chistera
que cerrando los parpados y tapiando las ventanas
un tipo cualquiera era capaz de atrapar mariposas con la lengua
yo pensaba que esto era rutina,
que la ceniza en sus remolinos tenía belleza,
yo pensaba que esta sucia habitación
era, sin dudarlo, el rincón más triste del mundo
cuando con una bocanada de oxigeno ennegrecido
imploraba a todos los demonios del sub-suelo que se llevaran tu recuerdo.

Hoy puedo jurar que aquí no hay poesía
que la gotera es una gotera
que el polvo es tan sólo una imploración a la escoba nuestra de cada día
que tu nombre es un fantasma circunvecino de la soledad
que cuando grito alguna vecina derrama la sopa
que la almohada no es un acantilado y mis sueños no son olas que se estrellan
que los huesos crujen por los años, y el colchón reclama su eterno descanso
que las paredes no están temblando de miedo
y el fondo del vaso no es un profeta,
los doce insectos en torno a mi no son los apóstoles del silencio
que “Lázaro levántate y anda” no funciona con el teléfono cortado
que el dolor del amor no es dolor de verdad, es egoísmo constipado
que los dedos no tienen hambre de palabras tienen sed de clítoris
que la lengua no es viperina, es vitamina estimulante con los insultos adecuados.
Pero sobre todo, que extrañarte no es literatura
que las horas son solo agujas que pasan retorcidas por el ojo del camello
que no hay un soleado poblado deshabitado por el que
tu voz no pase zigzagueando entre la oreja y el ombligo.

No, esto no es poesía, oh santos poetas de la mierda
he aquí un rincón que no es ni parecido al rincón más triste del planeta
Deus Ex Machina, hágase tu voluntad, he aquí la receta del día:
Sesos al vapor de un poetino (mezcla de poeta y cretino) con salsa verde.

Si, a veces me da por inventarme palabras,
sobre todo cuando no ya no me invento estúpidas elegías.

domingo, 22 de noviembre de 2009

La fe-li-ci-dad

La felicidad, esa pequeña farsante, no está en un frasco lleno de barbitúricos. Ni en una cascada de tequila inundando el valle de mi garganta seca. No está, incluso, en el repiqueteo de un cigarro al encenderse. La felicidad no esta en unas bragas surcando el aire que buscan un lugar en primera fila para presenciar aquel acto, que por si mismo, tampoco es un sinónimo de la felicidad. No está en los abrazos ni el beso de “buenos días, que dios te cuide”. Las palabras, incluso las previamente deseadas, aquellas que enumeran el conjunto de silabas precisas para rezurcir el corazón, esas que taladran la débil membrana de tu pensamiento y las otras que parodian una caricia en la parte mas febril y sensible del alma tampoco son, aunque parezcan, ni siquiera un lejano esbozo de la felicidad. ¿El éxito?, no señor, la recompensa al esfuerzo de las horas de lejano sudor y cansancio no lo son. El éxito es éxito, y por si mismo constituye un sentimiento propio tan vital que la vida misma es un cumulo de pequeñas batallas, y menús que solo ofrecen mierda, para conseguirlo. Ven y enumérame tu lista de promesas y deseos para construir tu felicidad personalizada. No diré que estas equivocado, porque soy un chico educado. Pero lo estas. La felicidad no es nada de eso que estás pensando. No para mí, ni para ti lo será todo lo que yo te pueda detallar. No sé donde esta, ni como es, ni a que precio se vende. Se que el vicio aunque calme la ansiedad y el amor aunque calme el sexo y el sexo aunque confunda al amor, no es la felicidad.

La felicidad, esa diminuta obcecación de la realidad, está en los tres segundos de cada mañana que al despertar no recuerdo donde estoy y ni siquiera pienso en ello. Está en el cigarro subsecuente a cada texto que escribo, por mucha mierda que escriba siempre le dedico un tabaco, a modo de funeral quizá. Está en el vaso de agua fresca que tomo mientras pienso en lo que estoy escribiendo, mientras termino esos cuentos bizarros y sin final que me ha dado por hacer. La verdadera felicidad. Está en el teclado, en el teclado vapuleado por mis dedos vomitando letras sin saber cuando detenerse enceguecidos por esa repentina y autentica alegría. Aquí está mientras golpeteo las teclas y pienso en cada una de las palabras cargadas de mala leche y poca fe que he tatuado en las páginas blancas. Y estuvo ahí y ahí se quedo. Por esta noche, paro tanta puta felicidad. Me tiro a dormir. He descubierto un magno secreto. No esta mal para terminar una semana de mierda.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Consejo número seis

Fui a ver al gurú de la poesía para instruirme en el sano arte de reconstruir la realidad. El me lanzo a la cara su consejo numero seis: “elimina los remordimientos personales”. Y allá voy, o lo que es igual, no sé que carajos hago:



-Me gusta calcinar ciudades con la mirada
Prender nubarrones bicolores de humo y llamas
Sin distinguir ciudades grises, ruidosas o elegantes
Callada o muerta, viva en sus venas de gente
Atrapada // psicodélica // postraumática //
Yo le prendo fuego con mis ojos incandescentes.

Me gusta viajar por países solariegos
Y hacer un altar de cenizas al dios del trueno
Que fluya sangre roja machacante por sus calles

Ahora que estoy en casa, y los recuerdos me llenan la cabeza
de telarañas incendiarias, ando mirando en los rincones
para encender la chispa que desate la fiesta
todo es luces y humo, cantos de sirena (pero no de las falsas)
y ulular de pieles consumadas
arde cielo, arde patria, me gusta calcinar los mundos
Para hacer amigos con los escombros.-



El gurú esta contento, la cerilla en mis manos es prueba irrefutable de literatura interactiva. Encendí el baúl de todos mis recuerdos. Los mejores, los más vivos. Alguien vino y les lleno de telarañas, les puso nombres ajenos y un par de lagrimas. Los mismos lugares a los que recurría cuando hacia frio, ahora están manchados con venas explosivas de sangre y una culpabilidad incendiaria. Ver el buen pasado contaminado me destruyo la razón e impunemente asesine los frescos restos de un ayer no resuelto. Ahora solo quedan fantasmas que se arrastran buscando el trozo que perdieron.


Al menos el poema es impersonal. Esto es arte, isn’t it? El gurú mueve negativamente su cabeza, dice no “ni arte ni poesía. Yo le llamaría: empezar a destapar las cañerías.“

jueves, 19 de noviembre de 2009

Apreciable Cisne Negro:

Te debo la tristeza de las horas en vela.
Te debo las noches con sus últimos versos.
Te debo -hay que asumirlo- una buena rima.

Te debo la muerte. Te empeño la vida
Te regalo mis sueños. Te entrego esa ilusión.
Te escribo un poema para hervir la heroína.

Préndele fuego al mundo por la esquina sureste
y que estas palabras sean de ignición.

Te debo los años perdidos
los ojos tristes y la boca pastosa
los lugares donde no encajo.
El humo del cigarro cuasi mil cancerígeno amante,
la espuma de la cerveza, -quizá sea de rabia-
los holocaustos, cada minuto absorbido,
y las malas compañías que siempre han sido mías.

Te debo mi guarida funeraria
y las piernas prisioneras de todas ellas.

Te debo lo que soy, el cinismo y la sonrisa,
el sarcasmo y la victoria, te dejo todas las derrotas.
Te debo la mirada del perdón y un guiño de despedida,
más estos duendes verdes que me nadan en las retinas.

Te debo la libertad, posesión empeñada,
la obligación no aprendida, la responsabilidad delegada
la decisión oportuna y el ritmo de mi arritmia.

Te debo mi sumisión.

Te debo la mujer que amo, la que me asesina
la que me olvida, y peor aun
te debo a las que no me olvidan.
Te dejo en prenda los sentimientos
con sus gotas de sangre y sudor, de sal y besos.

Te dejo mi apuesta abierta
mi herida secreta, la nostalgia disidente
un cerebro intrínsecamente seco
y los avisos de desahucio que tengo en el corazón.

Te dejo los segundos en el reloj de arena
Me llevo los meses en mi cronómetro corrompido.

Señor don cisne, te debo el perdón.





“Ya se quien soy: un ILEGAL, un CLANDESTINO, una MALA MARIONETA, una BESTIA en peligro de extinción, un POETA lleno de proyectos y letras, con un buen poema atorado entre los labios y el cigarro que aun no he fumado, el AMANTE ocasional que todas desean desechar, soy un NOMBRE, con una edad, un certificado; soy un MUERTO que camina más por rebeldía que por razón.”

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Naturalmente fatal

Wake up, sweetie
esto no es literatura
es el insomnio // es un incendio // es una guerra
soldados diptongos machacándote los ojos
apuntando con sus filosas muelas
la blanda carne del silencio
es la voracidad disléxica de mis manos.

Pay attention, honey
cuando digo amor digo felatio
dos insectos solitarios en el aire frio de la madrugada
también descubren que no pueden vivir sin el otro
si en los faroles caben dos…

El corazón no gobierna, la carne pone las reglas
a menudo dos que se quieren
son dos que no tuvieron más remedio.

Stay tune, darling
el humo se esta elevando, no mires el fuego
descubre las cenizas
ahí se bañan los dioses y nace la poesía.

¿Qué cómo estoy sin ti?
Naturalmente fatal.
Pongamos énfasis en lo natural.

lunes, 9 de febrero de 2009

Nunca se sabe

Estoy pensando en un poema, es un buen poema, que incluso lleva tu nombre.
Estoy pensando en llenarlo de tildes, en armarle una gramática decente,
Estoy pensando en cambiarte de nombre. Mientras taladro letras en mi mente.
Pero empiezo a flotar, me siento mareado.
Estoy escribiendo en mi cabeza un verso que justifique llamarte a las cuatro de la mañana y colgarte ahí mismo cuando contestas.
Estoy mareado, han sido muchos cigarros, mucho vicio. Realmente estoy flotando.
Me incorporo para ver si me muevo con el mundo o en su contra, no, sólo estoy mareado.
Es mucha ansiedad, mucha desilusión e insatisfacción, mucha desesperanza.
Pero esa está bien, es continua sangre que fluye.
Ya no puedo pensar, ni en poemas ni en tu nombre, casi olvide tu cuerpo.
Son las cuatro de la mañana, es hora de llamarte de nuevo.
Me pregunto si puteas a nombre de todos los dioses, o si te ríes conmigo.
Hay que admitirlo, estamos igual de jodidos.
Estoy flotando. Y tu no levantas el auricular.

...

Esta vez, entre el dolor y la nada... elegí la nada.

domingo, 8 de febrero de 2009

Nunca mas

Edgar tiene un cuervo
que lo amenaza desde la torre del miedo
si lo miro fijamente me quedo dormido,
lo siento pero es verdad...

Un pájaro azul picotea los cerrojos
en la celda de Charly,
eso va mejor aunque
lo bueno es dejar volar elefantes rosas...

Don Jaime vio pájaros perdidos,
c'est a dire nosjodioeldemonionegro

A Pablo no hay quien lo consuele,
perdió un unicornio... Ingratos animales.

Yo me siento el Murciélago Alevoso,
pobre Mirta Bella.
Pero que comemierda y vengativo resulto Delio.
Cojeando y mutilado recojo mi orgullo
y ellos sonriendo anidan liendres,
o lo que sea que aniden los tarados...

Ya puestos en bestias infernales
me quiero deslizar hasta la muerte
en el corvette amarillo de Violeta
no tiene alas pero juro que vuela...

Lo cierto es, señor juez, que yo de mascota
sólo tengo una cucaracha
que por las noches se emborracha,
que no sabe mucho de poesía
y mire usted, le caigo bastante mal.
Qué le voy a hacer.

Si no tengo la pluma fina, ni los sueños disparados
si Mirta Bella me da risa por cobarde
y de animales prefiero los de metal y alto cilindraje.


" si soy un poco extremoso, no es por mi culpa amor mio
desde pequeño a lo loco voy del calor a lo frio"

kamikaze

Estoy cansado, tirado en una cama
y los pensamientos del día caen
sobre mi cabeza como pequeñas agujas epidérmicas
un brazo sobre mi cara
apenas dejando libre los ojos
para terminar de leer ese libro que siempre leo
pero me he fastidiado
es una tarde gris tranquila
en esta ciudad de la que me voy despidiendo a plazos
y pienso que lo mejor o lo único bueno
que queda por hacer en un día
de aplastante mediocridad es encender otro cigarro
pero perdí el encendedor
carajo deberé levantarme.
Enciendo el ordenador a las milnovescientas en punto
y comienzo a describir una buena tarde
una tarde tranquila, solitaria, lejana
con soldados de la conciencia que me llueven ardiendo
¿o serán kamikazes?
Ahora pienso, que lo más correcto seria desaparecer aquí.
Dejo la crónica, no es lo mío.
Me pongo un casco, me elevo quinientos metros
escupo en el ojo de la luna
y me lanzo al vacío, pero sin prisa,
que nadie me espera allá abajo.

jueves, 5 de febrero de 2009

Do you want play whit me?

Tal vez pienses que ahora las piezas fueron acomodadas
en pie de guerra, los peones están tirando a matar
y de la torre sólo lanzan flechas con veneno

Tal vez pienses que ahora me toca a mi
arrodillarme ante las puertas de la resignación
y pugnar por rescatar mi alma del fuego
tal vez, me toque a mi esta vez, llorar

Tal vez miras de reojo, por encima del hombro
como voy dejando mis cenizas por el anden
y sonrías por dentro cuando un ladrón
pasa y toma mi brazo, dejándome la bolsa

Tal vez creas que mirar en mí es como presenciar
un accidente a punto de ocurrir
y quieras tapar tus ojos, voltear el rostro
limpiar la sangre de tus zapatos, lanzarme
una venda, pedir auxilio a los ángeles camilleros
tal vez pienses que pensar en mí
es como recordar la peor de tus borracheras...

Tal vez tengas razón, pero ni juego al perdón
ni perdono la insolencia
yo tomare el anden que vaya hacía el peor lugar
y me regocijare con mis dientes rotos.
Yo, pugnare por el rencor de los dioses
y el amor de las ninfas, yo no sufro,
juego a que estoy herido...
para clavar mis colmillos en el muslo desnudo de la puta vida.

domingo, 1 de febrero de 2009

Dicen



...que hay palabras capaces de detener el tiempo, de alterar la perspectiva, de modificar el espacio...



Yo uso las palabras derrochando la saliva y sin reparar el significado de los enunciados. Aglutino verborrea


Ella sólo preciso de tres para hacer tambalearse al universo:


tengo cuatro años



Y por un momento, el planeta fue de caramelo

tonight (another lousy night)

"Día uno en pie, ¿qué puedo hacer
sino esperar verlo acabar?
El día terminó con un crujido,
me despierto herido y grito en soledad."




Qué puedo hacer a estas horas sino jugar al alquimista con un teclado que apenas percibo, con ideas que saturan mi cabeza, con esta opresión en el pecho, con esta ansiedad, con este querer saber y querer ignorar. Levanto mi teléfono, un cigarro y las gafas que a veces ayudan. Pero me duele mover los dedos, tener conciencia de mi cuerpo despierto, de la noche que gotea lentamente por el gran agujero del infinito... porque me hacen tomar conciencia de la soledad. Pero ella no es el problema, el problema es la lejanía, la imposibilidad. Lo poco que se y lo mucho que ignoro. El problema es pensar, ya me voy entendiendo. También he intentado estas semanas salir fuera, no importa la hora, y buscar un quita penas, un alijo de olvido. Ya está, lo dije otra vez: "olvido" ¡cómo si fuera posible!. Lo invoco con vehemencia cuando en realidad no lo quiero, ni siquiera lo busco. Si no hago más que aferrarme al recuerdo, y ya estando en eso, no hago sino volver tras mis pasos buscando concienzudamente no haberme equivocado. Sí, resulta que siempre lo hago, aunque alejarme de ti no fue necesariamente un error, por más que duela, por más que crujan mis huesos y se me hinchen las venas de miedo, por más que supongo que en realidad te estoy haciendo un bien. Aunque tu no lo sepas y yo no lo entienda. No se de donde provino el ruido que me despertó. Que me hizo saltar de la cama y me agito el corazón. Sólo se, que desperté con tu nombre en los labios. Lleno de miedo y ansiedad por encontrarte. El basurero de mi casa me hizo recordar que tu no estas aquí, y te vuelvo a recordar (como hace años) recostada en tu cama mirando el techo pensando en quien sabe que cosas. Sí, tuve razones para largarme. No, no aminoran la sensación de haberla cagado en grande, de haber puesto en el pastel de mierda que es mi vida una enorme y roja y presuntuosa y rencorosa y estúpida cereza. Ahora me voy a dormir, yo de escritor no tengo ni la facha, y de alquimista no tengo las ganas. Simplemente tonight (another lousy night) estoy buscándote -como siempre- en el sitio equivocado. Buena noche M C.

sábado, 31 de enero de 2009

Calipso



Quiero contarte un cuento, por si un día miras atrás, por si un día te acuerdas de mi, por si el mundo gira y nos encontramos como navegantes perdidos en las botellas que el mar se lleva a la memoria perpetua. Quiero mezclarte la verdad con los posos que me quedaron; quizá, encuentres incorrecciones, pésimas apreciaciones o datos tergiversados. Quizá nunca vuelvas a navegar por el mar de mi incongruencia. Y te resulte que este cuento no tiene principio ni final y el nudo son sueños que se mezclaron con las pesadillas.

Ojala un día en medio del túnel cuando la luz sea sólo una promesa y las tinieblas envuelvan tu piel, cuando sientas que ya no llueven estrellas sobre tu cabeza... Sepas que puedes contar con mis alas rotas y mis colmillos desafilados. Con mi mano que tiembla, con mis piernas perezosas, con mis etcéteras, con mis quizás, con mi sangre, con mi venia maldita, con el uso que el desuso de la conciencia me dio.

Si alguien te hace daño yo siento deseos de arrancarle la piel hasta verlo morir...
Aunque primero deba arrancarme la mía.


El cuento comienza con mi silencio, haciendo alarde de memoria y plagiando lo que siento cuando veo algo que me lleva a estrellarme con tu recuerdo.

"La primera vez que nos besamos sentí que no quería volver a besar otros labios que no fueran los suyos"

1.1

Si un sueño tuve
fue el de tomarme sus suspiros
hasta que el tiempo nos hiciera añicos
restituir sus cicatrices
columpiarme en sus ojos
tomar sus labios con mis sombras
que arrancara mi máscara de tragedia.
Pero si un don me dio el infierno
si una maldición me regalo el cielo
si un propósito me embarro el destino
fue la capacidad innata de joderme
todos los sueños en plena conciencia
de suicida pasivo y asesino de historias.

jueves, 29 de enero de 2009

A la contra

Es como lanzarse mil veces mas del mismo anden, como detener el tiempo siempre y justo al momento equivocado, como resbalar entre las dunas de basura y tragarse la mierda sonriendo y gritándole al mesero: me puede servir otra vez, caballero.

Es mi elegía, mi sueño fatuo, mi discurso postergado y siempre impuesto, es un poema que no termina jamas de rimar, un verso que se muere del mismo mal, un enfisema cerebral, la arritmia que ya va tomando ritmo, la canción que suena en el toca discos hasta que rompes todo y lanzas el aparatejo por la ventana, la pintura empolvada que le robe al naufragio, son las ratas que se apoderan de mis ganas, otra vez los dioses sirviéndose con sal mi cerebro en su antepenúltima cena... Es volver a subir los cuatrocientos pisos del rascacielos para lanzarte al vacío y esperar que al bajar ahora si encuentres algo.

Es decirle al espejo te odio, te quiero, te amo, te extraño, te repudio, me das asco, ven y vuelveme a besar. Es tomar un rostro entre tus manos y darle dos besos con mucha fe. Es un afán no declarado por inscribirte en la miseria. La vocación de suicida incandescente. La etimología del que nunca aprende. Es olvidar la lección luego de un mal trago. Inducir la razón a la coma etílica. Saturar de azúcar un corazón diabético. Mojarte los labios en los mismos labios, Descargar tu semen en la misma vagina. Fornicar con los demonios y hacerle el amor al hartazgo.

Es nunca estar cuando es preciso, escapar cuando queda otro remedio, saludar cuando te ignoran, gritar donde era preciso musitar, cantar en la solemne toma de posesión de las jaurías, callar cuando piden tu opinión, sacudirte la modorra azotando tu cabeza contra el asfalto, llenar las paredes con sangre y sesos de algún desconocido, encajarle un cuchillo por la espalda al coraje, dejar morirse sólo al miedo... Es escribir, una vez mas, me esta llevando el carajo y no me importa.

Al contrario, sonrió... Cuando la vida pone mala cara, yo le doy un beso en el lóbulo izquierdo.

Sin prestar atención

Tomo un trago de olvido
y tres notas que se repiten
me van formando un himno incólume
y desastrado

1,200 kilómetros rodando la cabeza
no son suficientes para dejar de ser
o ser al fin,
que la diferencia ya no la distingo

Me detengo borracho en algún bar
de esos a la orilla del abismo
y una morena de turgentes curvas
se ríe conmigo... o de mi,
esa es otra diferencia
a la que ya no le presto atención,
pero no recuerdo su nombre

Los demonios bajan por la luna
y se precipitan hacia ti
te arrojan su aliento al rostro
y encajan sus fauces en tu carne insomne
a tiras se apoderan de la sangre
y con tus tripas se hacen una cuerda
para su guitarra desentonada

Yo me precipito al silencio
y guardo luto por los últimos sueños que perdí
despierto a mediodía en una habitación de hotel
mas solo que abandonado
con el agua que gotea encima de mi
me conformo, o me evaporo
-diferencias imperceptibles al fin-

Aurora, creo que dijo que se llamaba aurora.





"Y si viviera una vez más,
¿me volvería a equivocar otra vez?
Sí, no te quepa duda, no,
hasta la locura
y hasta el dolor."

viernes, 23 de enero de 2009

Desdémona

Si quieres firmar presente
en la foto de payaso
que tengo al frente
yo te enseño a mudarme esas caricias
al desprecio

Si quieres quererme
cuando sientas frío
yo te enseño a enviudar
poniéndome tu plomo helado
en las sienes
y dos mordizcos en el cuello

Si quieres aprender a
des-quererme
a des-prenderme,
a destruirme
y des-carnarme
yo apuro el trago y nos vamos
al cuarto sin número
que tengo reservado
en el chalet del diablo...

Pero si quieres desnudarme,
des-creerme
des-usarme y
des-atenderme
solo ponme a hablar que yo me las ingenio
para volverme un completo desperdicio.

domingo, 18 de enero de 2009

i SHOULD be good

"En Comala comprendí
que al lugar donde has sido feliz
no debieras tratar de volver."

Yo me se el camino de retorno al mismo bar
a las afueras de está ciudad
donde confluyen los más perversos capitanes
de los más infames batallones
con los menos afortunados soldados
comandados por una mujer que se auto nombra
Joan of Arc

Apolillado en el mismo olvido
aferrado al tesón de siempre
-la necedad es moderna-
con siempre la misma copa
como si no terminara jamás de vaciarla
ahí confluyen mis más bajas pasiones
y dos o tres insuflados fantasmas
que sobrevivieron a la guerra de mis personajes.

Me limpio las gafas, doy el quince de propina
saludo con un guiño a esa puta dama que nunca ha sido mía
y vuelvo por el camino que yo me se
a la cueva del sosiego, en las sabanas del regocijo
entre mis paredes azules y los retratos
que le tome al destierro cuando los demonios del amor
me echaron de sus feudos.

Y pienso, en plena capacidad pulmonar,
que la mejor cosa que podría hacer un murciélago mutilado
venido a mas o menos casi-humano
seria patear latas, silbando una melodía de Sabicas,
hasta llegar a la vieja esquina donde el diablo y la muerte
se disputan con los dados el alma vieja de este casi-triste escribano.

miércoles, 14 de enero de 2009

Quote

"Love will save you from the evil and greed of ignorant men
Love will save you from the guilt you fell when you betray your only friend
Love will save you form yourself when you lose control
And Love will save from all the lies your lover told you
Love may save all you people
But it will never never save me."

-Michael Gira-

lunes, 12 de enero de 2009

2.2

Si te pudiera regalar un buen verso
una palabra linda, una flor amarilla
si te pudiera comprar lencería fina
si te quisiera regalar mi corazón
si mi corazón fuera mio y no de ella
si tu fueras tan buena conmigo
como lo es tu hermana la muerte
si tu sangre fuera mi alimento...
Bien podría jurarte amor eterno
dulce niña, putita enternecida,
jodida vida mal parida
pero ni tengo, ni quiero, ni puedo
¿para cuánto alcanza mi cuerpo desnudo?

a lousy place

Cuando me muevo por la ciudad, lo hago con lentitud, agazapandome entre los cuadros vivientes, preferentemente al crepúsculo. Antes que todos los gatos sean pardos. Mucho después de que el sol presuma su señorío. Cuando voy buscando algo, voy buscando un trozo de carne que llevarme a la boca, aunque me cuesten los ojos y la mitad del hígado. Cuando siento mi sangre circular por la cabeza, siento la mirada de mujeres que cruzan delante de mi, sé que el brillo en su mirada es sólo curiosidad. De cualquier forma nunca me acerco, no del todo, soy tímido y torpe con las palabras. Soy feo por fuera pero más horrible por dentro. Y a menudo no sé fingir demasiado, caso perdido en cuestión de galanterías.

Ella estaba en un callejón cuando la vi, sonriendole al cielo con su dedo medio erecto con orgullo, me mostró su hombro desnudo y dijo algo que no entendí, luego guiño un ojo y de la mano me llevo hacia aquel hotel desvencijado, extraviado en el tiempo. Puedo jurar que era el hotel más horrible del mundo, pero nunca juro en vano. Sus pasillos gigantes y marmóleos te podrían aplastar si los provocaras un poco, las puertas que crujen son solo fantasmas silentes. Por ahí hay gente, que pasa deprisa esperando olvidar el camino de retorno. El espectáculo entero es una obra siniestra orquestada por la muerte, es una senda al paredón, casi escucho la marcha de los soldados alistando sus fusiles. Si hubiese una salida, yo no la tomaría.

Nos escurrimos sin hacer ruido entre dos viejos que dormitaban mirando televisión. Entramos a ese cuarto y el aspecto no mejoro demasiado, ese era un lupanar verdaderamente solitario, la cama al fondo me hizo pensar en un lobo hambriento que abre sus fauces, las ventanas eran como los ojos de las prostitutas consumidas por la cocaína, si pudiera hablar -ese sitio- seguro diría: ¡fóllame!

¿Has sentido un aroma pesado entrando por tus poros como si un toro estuviera rumiando frente a tu cara? Así era el aire ahí, con olor a humedad (parecía el sitio propicio para cualquier desperdicio). Inundamos el ambiente con sudor, enmohecimos las paredes, enrarecimos las ventanas, ella uso las almohadas de bastión y en la guerra que se libra entre dos cuerpos, el placer fue el único vencedor.

Por fuera el mundo se fue a dormir temprano, se acomodo la pijama y saludando a la luna coscolina, comenzó a roncar hasta morirse de asfixia, se quedo solo y podrido de pronto. Adentro pintamos las paredes de sangre, de saliva. Yo dibuje un corazón en su vagina mientras me movía dentro, se baño con mi semen, me uso como un muñeco, como un pedazo de carne, como un juguete olvidado que de pronto encuentras bajo la cama y lo usas un rato, más por nostalgia que por otra cosa. No recuerdo que sucedió después, quizá el aire se volvió turbio, quizá sea mi mente apostándole a la vergüenza y nada más. Solo sentí su beso transparente y sus labios humedecidos. No me importo saber más de mí. Ni de nadie.
No mal interpretes, a mi nunca me faltó amor. Ese amor que dura un suspiro, ese amor verdadero que no necesita palabras, ese amor que te llena la verga de sangre y las venas de aire, ese amor que te sacas a empujones, que transpiras y que a la mañana siguiente olvidas. No iba buscando eso. Tampoco iba buscándola a ella. Ella fue quien me encontró, me secuestro, usurpo mi cuerpo e hizo de mis sentidos un contrasentido prescrito por la demencia.

Al amanecer ese monstruo conspicuo de belleza negra seguía allí, respirando fuerte, recostada boca abajo, con aquella sábana manchada cubriendo su cintura y un poco mas. La acaricie, le dije: "que bueno haberte encontrado"; y lo dije porque sabia que no me escuchaba. Con el dedo índice trace un camino de su nuca a sus glúteos, lamí su espalda una vez y otra mas. Cuando puse la mano izquierda entre sus muslos ella se movió y me miro fijo.

En verdad qué este es el hotel mas horrible del mundo, dijo.

-Si, pero ¿sabes? Ahora mismo no querría estar en ningún otro lugar- No, no lo sabes y mejor que no te enteres nunca, pensé.

En verdad lo es... Mañana viernes nos mudamos de planeta, conteste.

martes, 6 de enero de 2009

Vampireza

Sobre la calle crecen mi sueños, aquí solo tengo ira. Josefina despierta muy temprano y sale a regar mis plantas, les cuenta cuentos que se inventa en el aire, luego recoje su falda y vuelve. Me encuentra dormido y me escupe en la boca, me quita la pijama y comienza a chupar... mi sangre, no seáis mal pensados.

Josefina me odia en secreto pero ella no lo sabe, cree que no siento su baba resbalar por mi frente. Incluso, puede que piense que cuando me mira y sus ojos se encienden, es amor lo que transmite. Pero yo no me engaño, se muy bien que la rutina le acomoda, que hacer crecer mis sueños en la calle le acongoja pero no repara en ello. Sé que su afición es alimentar mi ira.

Un día amanecerá y Josefina se habrá largado cortando de tajo un par de sueños, pisoteando otros, dejara una carta donde al fin confiese que mi sangre al entrar por su boca le hacia hervir sus venas. Puede que al fin se de cuenta que hace muchos meses que yo no despierto. Que empezó a regar las plantas la misma mañana que me encajo su cuchillo carnicero en el pecho. Y que el mal olor, no era porque tapiamos todas las ventanas. Que el frío que sentía a mi lado no era por el amor transformado en costumbre. Que mis labios no reaccionaban a su saliva por erotismo.

Pero Josefina es despistada, tardara unos meses mas en darse cuenta de todo.

2.1

Cuando camine por el valle de la muerte
se que habrá alguna esquina
donde la vida me cobre el alma más el cuarto
por pasar media hora entre sus piernas.

the war isn't over

Es una guerra
es un cuartel de monjas
es la orgía de los buitres
es un desfile malintencionado
es tu luna menguante,
es mi sinopsis mal formada

Paso por la tierra fumando piedras
me recuesto en el miedo
me resigno a persignarme
me encomiendo al carajo.

Hago daño en clara desventaja
me jodo por deporte
fornico con mi sombra
le declaro el amor al hastío.

Caen las bombas en mi azotea
se llena de sangre mi chimenea
gotean ángeles huraños por mi acantilado

Esta vez, señor camarero
tengo un veterano en mi sopa

...






Cuando me fusilen, señor fusilador
que me quiten el chaleco anti-balas
que parecen besos

que alguien tome mi cadaver
y le haga un corte de mangas a Dios.

Cuando este muerto, señor enterrador,
que planten evidencias de un crimen pasional.

Bien lo decia mi madre:
este pendejo se autodestruira en 10, 9, 8 , 7...

Chucho Malherido

Comencé al amanecer
y seguí así hasta que el sol huyó.

Días después, aún no sé
si conseguí escribir una canción de amor.

Regresé al hogar,
dije: "Madre, ¿ha acabado la guerra?"
"No, hijo, no, y seguirá
mucho después de que mueras."
Creí haberme encontrado
y estaba aún más perdido.
Comencé a cojear cual chucho malherido.

Y atenté contra ti,
traicioné a mi familia.
Fui un periódico con
sólo malas noticias.
Jamás te culparía,
yo también me hubiera ido.
¿Por qué no abandonar
a un chucho malherido?

Así que fui a mi iglesia a rezar.
Le pregunté a San Alfaro:
"¿Hay algo que pueda hacer
para purgar mis pecados?"
Él tuvo a bien responderme
con el más bello ladrido
que jamás oyó perruzo malherido.


Y quiero que sepas
que no es la mala vida
la que me mata.
Que no, que es la vida entera.
Toda, toda, toda ella.

Y el día de mi funeral,
si acuden mis amantes,
diles que por una vez
se pongan algo elegante.
Que un mínimo decoro
es lo único que pido
para el triste final del chucho malherido.

Y si dejo deudas di que
las anoten en la arena.
La marea sabrá
liquidar todas ellas.
Me tomaron por humano,
qué más da, si el olvido
no entiende de hombres ni de chuchos malheridos.


Los años pasarán,
tú me habrás olvidado.
Aunque si fuera por mí,
ojalá de vez en cuando
recuerdes lo muchísimo
que en vida te ha querido
cierto chucho torpe, tonto y malherido.


Porque él te ha querido.
Sí, él te ha querido.
¡Él te ha querido!

viernes, 2 de enero de 2009

Oasis

Me gusta jugar con tu ombligo,
hacer castillos de aire
y luego soplarlos...

Para animarte un poco...

Tu ombligo,
es un oasis
del que bebo agua cuando tengo sed
y siento mucha sed
por recorrer
la arena de tu vientre
uso mis dedos como pies
y te recorro paso a paso
uno, dos, cuatro pasos arriba
y de regreso
cuatro, seis,
diez pasos abajo
y llego al océano
luego vuelvo a subir
pasando el oasis de tu vientre
encuentro los montes imposibles

y mira tú que lindo
no los ha dañado la erosión
como alpinista volador
brinco de lado a lado entre tus cimas
y me gusta clavar mis banderitas
y hacer mío ese territorio del amor

Pero siempre vuelvo a tu ombligo,
y hago planes con él
mientras sigo bebiendo el agua dulce
que no sé si me imagino
pero si me cura la sed.