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viernes, 19 de marzo de 2010

Ménage à trois

Era un bar, a los pies del abismo nuestro de cada ebrio
en la intersección de la agonía y la esperanza
la morena se llamaba "no me acuerdo"
pero estoy seguro que la trigueña era "no me importa"

cuando el ron hizo de las suyas me tomaron de las manos que asomaban mi cartera
y me subieron a la cima mas profunda clavada en el cielo
escaleras abajo, escaleras arriba, vomite por el medio
y desparrame la cerveza en un despeñadero, parecido casi idéntico a mi garganta

"no me acuerdo" se desvistió sonriendo
parecida al diablo era como un beso robado en la pubertad
salivosa y agria, como clavarte un miedo post-traumático
como encajarte el vértigo a las caídas
(nadie siente miedo a las alturas, lo que te hace temblar es la puta caída)
y como una cebolla, "no me acuerdo" fue quitándome las capas
pero tras cada una seguía siendo yo, aquel poeta tenia razón

al cabo de un tiempo no importo... "no me acuerdo" gobernaba la mansión
y yo era un hugh hefner sin necesidad del viagra
que se podía tirar a la que fuera aunque no fuera rubia

"no me importa" saco tiritas de papel y encendió una hoguera
su caricia villanía filosófica, rasguñaba el ego, pero lo divertido
era cuando pulverizaba la inconsciencia, con mordidas incontinentes
con palabras incongruentes, con arañazos imprudentes
con su tolerancia al fuego y su placer por las consecuencias retorcidas
ella me miro a los ojos, viera lo que viera le gusto
y siguió buscando, encontrándome por todas partes

pero ah, delicias de vanidades, y he aquí la poesía de la mala muerte
me quede dormido y ellas se divirtieron a mi costa
echando un lado mi cadáver, hicieron de las suyas
y mis ronquidos fueron testigos
al día siguiente "no me acuerdo" se llamaba "no me importa"
y la que era "no me importa" se bautizo con el bendito apodo de Soledad.

Seguimos juntos hasta ahora, y no nos va mal, aunque tampoco bien
pero al final cada uno tiene el nombre que merece y la compañía que puede.
Quizá al revés.

viernes, 12 de marzo de 2010

Abre la boca

En las salas del viejo cine porno ingles,
no dan clases de amor los gemidos
ni me enseñan las tetas saltarinas
a ser un poco más conciso
en el antiguo arte de la tertulia.
No rechinan las camas ni los traseros
y el sexo anal no nos enseña a tragarse la vida dura
ni a dejar de quejarse por la dura vida
que te ensarta su filosofía barata por los rasguños
que le curaste a tus muñecas.

Todos gritamos un poco y decimos no
cuando viene el verdugo destino a empalarte
por la boca metiéndote dentro
todas
todas esas palabras que escupiste sin pensar.

Nadie te dijo que te ibas a masturbar en un cuarto oscuro
viendo pasar tu vida por la inmensa cortina blanca,
nadie te dijo que tu nombre no aparecería en los créditos,
joder el director de esa obra no te pago tu justo sueldo
por hacerla de puta en tu película barata de superación personal.

En las salas del viejo cine porno ingles,
siguen entrando jovenzuelos sonrientes y ansiosos
sin notar que por atrás salen otros adoloridos... de su orgullo.
Y peor aun,
algunos salen sonriendo limpiándose el semen de la cara
con la corbata, el portafolio, y su rutina definida
previamente acatada.

Señor vampiro, haga usted el favor de ponerse en cuatro
en menos de tres minutos conseguirá usted un trabajo,
un salario, una esposa e hijos, barbacoa los domingos
y tal vez, incluso, si se porta usted bien
un orgasmo por cada fiesta familiar.

Pero si todavía después, quiere hacerla de escritor,
¿Sabe lo qué es el golden rain?

miércoles, 3 de febrero de 2010

Todo va mal

Si voy a dormir, las pesadillas se aglutinan
junto a mis ganas de llorar.
Si me quiero tirar a la soledad
tomarle por la cintura y hacerla mía
está se larga con un amante más discreto.
Si busco en las esquinas
el bazar donde se compran los boletos
para el fin del mundo,
les han clausurado el changarro
por evasión de impuestos.

Si quiero escribir, hoy tan solo escribir:
te quiero.

Se me ocurren mil formas de engatusar
a la soledad, y termina como siempre
levantándome su falda al caer el día.

jueves, 21 de enero de 2010

Cuando pienso en la muerte

Cuando pienso en mi muerte,
decía Charles,
“pienso que alguien te hace el amor”

Cuando pienso en mi muerte,
en cambio,
pienso en un baño sauna
de amplísimos corredores
en vapor amarillento
y dos fantasmas copulando por las noches.
Pienso en una revuelta en el cielo
demonios tomando por asalto las nubes.
Pienso en carreteras saturadas
de cadáveres autoestopistas.
Pienso en la sabana de tu cama
desprendiéndose de tu cuerpo
y una mano incorpórea acariciando tu cabello,
pienso en ojos rodando por tus lagrimas
-y no al revés-

cuando pienso en la muerte
imagino tumbas vacías
y criptas concurridas por latas de cerveza
ceniceros consumados y bailarinas exóticas...

Cuando pienso en mi muerte
no puedo sacudirme viejos mitos,
tampoco me resigno.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

kamikaze

Estoy cansado, tirado en una cama
y los pensamientos del día caen
sobre mi cabeza como pequeñas agujas epidérmicas
un brazo sobre mi cara
apenas dejando libre los ojos
para terminar de leer ese libro que siempre leo
pero me he fastidiado
es una tarde gris tranquila
en esta ciudad de la que me voy despidiendo a plazos
y pienso que lo mejor o lo único bueno
que queda por hacer en un día
de aplastante mediocridad es encender otro cigarro
pero perdí el encendedor
carajo deberé levantarme.
Enciendo el ordenador a las milnovescientas en punto
y comienzo a describir una buena tarde
una tarde tranquila, solitaria, lejana
con soldados de la conciencia que me llueven ardiendo
¿o serán kamikazes?
Ahora pienso, que lo más correcto seria desaparecer aquí.
Dejo la crónica, no es lo mío.
Me pongo un casco, me elevo quinientos metros
escupo en el ojo de la luna
y me lanzo al vacío, pero sin prisa,
que nadie me espera allá abajo.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Esperanza

Cada semana me inscribo a tres o cuatro grupos suicidas.

Luego de la complicada búsqueda
entre neuróticos, alcohólicos y trasvestistas
eventualmente encuentro una zona de confort

Y todo suele ir bien,
hasta la punta filosa desafiante en la muñeca
del beso frio en la sien
la sofocación de una cuerda en mi garganta
o al pie del abismo donde vuelan
mariposas negras

Pero luego algo ocurre
siempre ocurre

Un grito, un crujido en la azotea
un maullido, el ring ring del teléfono
el clac clac en mi cabeza
un imprevisto
un accidente, una tiranía

Así que me resigno y salgo
para no dejar los pendientes me digo
y lo que me digo me lo tomo muy a pecho

al volver suelen estar todos muertos.

Pero no pierdo la fe.
Esta semana ya me inscribí a dos.
Por si hay suerte.

jueves, 5 de febrero de 2009

Do you want play whit me?

Tal vez pienses que ahora las piezas fueron acomodadas
en pie de guerra, los peones están tirando a matar
y de la torre sólo lanzan flechas con veneno

Tal vez pienses que ahora me toca a mi
arrodillarme ante las puertas de la resignación
y pugnar por rescatar mi alma del fuego
tal vez, me toque a mi esta vez, llorar

Tal vez miras de reojo, por encima del hombro
como voy dejando mis cenizas por el anden
y sonrías por dentro cuando un ladrón
pasa y toma mi brazo, dejándome la bolsa

Tal vez creas que mirar en mí es como presenciar
un accidente a punto de ocurrir
y quieras tapar tus ojos, voltear el rostro
limpiar la sangre de tus zapatos, lanzarme
una venda, pedir auxilio a los ángeles camilleros
tal vez pienses que pensar en mí
es como recordar la peor de tus borracheras...

Tal vez tengas razón, pero ni juego al perdón
ni perdono la insolencia
yo tomare el anden que vaya hacía el peor lugar
y me regocijare con mis dientes rotos.
Yo, pugnare por el rencor de los dioses
y el amor de las ninfas, yo no sufro,
juego a que estoy herido...
para clavar mis colmillos en el muslo desnudo de la puta vida.

miércoles, 31 de diciembre de 2008

Dicen los chinos

cuidado con lo que deseas...

Me aterroriza reconocer lo que vine deseando este último año, en especial cuando me encuentro que todo se fue cumpliendo al pie de la letra. Me reconforta un poco el pensar que no eran deseos, sino predicciones... Un poco de consecuencia lógica.

Pero me deleito cuando recuerdo lo que he venido deseando últimamente.

martes, 30 de diciembre de 2008

Often

A menudo me llega la impresión que entre mis manos nunca he tenido mas que polvo, polvo de orquídeas, polvo de estrellas calcinadas, polvo de las ruinas de mi demencia. Pero a menudo me gusta mirar vida donde no la hay, me esfuerzo por encontrar esperanza en medio del declive... Y para un pelagatos resignado la esperanza es un ente deforme que adquiere formas violáceas cuya mueca estridente en lugar de sonrisa, no provocan mas que miedo, pero me esfuerzo en conservar una parte de mi que encaje con el mundo tal cual es, el mundo sin fachadas, el mundo que no todos los días amanece gris... me esfuerzo, hasta cierto punto. Cuando la realidad me golpea tal cual es, cuando siento mis fosas nasales llenas de muertos anónimos, cuando doy el ultimo respiro de cada día. Miro mis manos llenas de polvo, y ahí mismo es cuando sonrío.

viernes, 26 de diciembre de 2008

So long, morboso

Una vez quise ser poeta. Pero de niño también quise ser bombero. Y ya estando en el tema, alguna vez Hitler pensó en reivindicar a su pueblo. Gautama sólo era un anarquista. Y Jesús armo un tango.

Uno es lo que lo que el azar quiso que fueras, los sueños se murieron ahogados en el gran charco de mierda que dejo el diluvio de la realidad. ¿Pesimista? Nunca, realista menos... nada me gusta más que viajar por el camino insondable de la irrealidad. Pero sin truco, como dice mi primo el cocaínomano.

Lo que fuimos se quedo varado entre lo que pudimos ser y lo que tuvimos que hacer. Lo que seremos es una carta póstuma al olvido.

Una vez quise ser poeta, insisto; también, alguna vez quise dejar de escribir. Lo que no fue no será, esta dicho. Lo mejor de todo es qué, ni me gusta la poesía y si me gusta lo que hasta ahora he sido.