Tus ojos fijos en la fotografía
sugieren que ya no estas mirando
aunque tu mirada cobre fuerza
acaso los muertos se vuelven lapidarios
porque son sordos
y no atienden llamados, salvo
cuando la memoria es la que grita
dime que quieres que diga
así están las cosas y así rueda el mundo
así gira la ruleta, que no es de Rusia
y en esta trampa el que gana
nunca esconde sus mangas
no me estoy quejando, no,
entablo conversaciones con tu silencio
y una plática amena siempre debe ser juiciosa
con lo que sea que uno pretenda usar de parapeto
para no mentir, para no abordar los temas escabrosos
para no creerse que el olvido es necesario
para que sé yo, que ya no me entiendo
mejor cuéntame vos como va todo, ahora que no tienes voz
acá de lo lindo, hemos entablado un tratado comercial
con el infierno, e intercambiamos heraldos;
nosotros les enviamos unos cuantos cuerpos
y ellos regresan el consabido fuego
con todo y demonios, salimos ganando, he de aceptarlo.
Las cosas van mejor que nunca
acaso porque siempre tiraron hacia lo peor
y en eso uno progresa
aprende a hacerlo todo mejor, incluso lo que es perverso
El tiempo circula, ¿recuerdan los muertos
como el tiempo pasa cual ladrón de orquídeas?
el caso es que pasa, inexorable
como burócrata obsesionado
y la vida sigue siendo lo mejor de lo peor que nos ha pasado
la alegría esta en sincope
y unos desalmados insistentes y abyectos curanderos
pretenden hacerla volver, pero nadie les escucha
cuando uno quiere, puede ser sordo también
y fijar la mirada en abismos infinitos
que nunca, nunca devuelven la mirada
agachan la cabeza y pasan de largo
como fantasmas avergonzados
pero que te voy a contar, de todo eso ya sabias
todos los que posan en el calendario de la muerte
han probado de esto y más
quizá por eso los ángeles sonríen
porque no saben una mierda de la vida
ni del miedo, ni de la puta suerte
que cada día cobra más caro
en fin, que todo marcha sobre ruedas
en una carretera destruida con curvas asesinas
pero marcha, como debe ser, como ha sido siempre
y yo me atengo a lo necesario, lo permitido
al sitio seguro de las necesidades básicas abastecidas
para no perderme, ni perder el paso de las cosas
que siempre avanzan veloces
y en el solitario ocaso
cuando encuentro tu mirada obsesiva en las fotografías
me recuerdo que un día estuviste, pero que ahora
el que esta es uno mismo, o uno solo
y que hay que estar, para incordiar al menos
o tal vez, para el día en que solo seamos fotografías
tener una mirada lo bastante curtida
para seguir hablando por siempre, como vos, sin voz
como todos los que se han ido.
Que en mi caso, la lista cada año va engrosando
aunque supongo que es normal
en la parábola de estar vivo
cuando has llegado tan lejos, ya solo queda caer
y cuando ganas años, pierdes tantas cosas…
tantas cosas.
Pero no me quejo, no viejo, no me quejo
solo te cuento lo innecesariamente trivial
para no pasar nunca a lo profundo
algunas veces, la periferia es lo mas prudente.
En fin, lieber vater
Ciao, bye, sayonara, te veré cuando te vea.