viernes, 24 de septiembre de 2010

En un valle repleto de reflejos

No te voy a engañar, aunque igual no te puedo contar la verdad. Mi escasa educación formal no esta fortalecida por ninguna sabiduría de la vida. He pasado por la calle sin aprender nada de la gente ni de las cosas que a veces pasan por la calle. Tampoco te puedo contar que sea ateo aunque no me sorprendería que Dios fuese un solipsista.

Sólo estoy aquí contigo y no tenemos remedio. Esperando un relámpago que nos lleve de viaje. Mirando la ciudad dormida desde la habitación 38 del cuarto piso de un hotel que no es, ni remotamente, parecido a mí casa. Estoy hartado de cambiar canales en la tv y de tratar de expurgarle ángeles al cielo negro. En esta ciudad no vivo, aunque tampoco lo hago en mi casa, ni en los sueños que le excomulgo a mis ojos, ni en los insultos que le robe a tus manos.

Uno se acostumbra a vivir siempre al pie de la puerta falsa, en la ventana secreta, aguardando una presa escurridiza. Acechando el camino. Como willy el coyote, esquizofrénico diagnosticado. O eres tú el correcaminos. ¿Acaso crees que el coyote existe?

Aunque me pese, nunca estoy solo. Por lo menos están las voces. Nadie nunca esta solo, ni los muertos que para eso tenemos los gusanitos. Esos simpáticos vecinos del subsuelo.

No, no se puede ser un solitario en esta habitación repleta de fantasmas, duendes, vampiros, mosquitos, payasos asesinos, cucarachas y hombres lobo mas esas otras cosas que no se como nombrar. No se puede ser un loco solitario del carajo pesimista y misántropo con leves tendencias nihilistas, en la habitación mas poblada de un mundo sobrepoblado. Dime tú como le haremos para recuperar la intimidad. Y si me apresuras me cuentas también un plan para escapar de aquí, que las salidas están copadas por cuervos parlanchines y los funambulistas suicidas han tomado la azotea. No te confíes, jamas te sientas segura, el que seas imaginaria no te salvara.


1 comentario:

TruHan dijo...

perdona solo me equivoque de lugar