domingo, 29 de noviembre de 2009

Soy alergico a mi piel muerta

Un estremecimiento me arrojo de la cama demasiado temprano. Hubiera jurado que era lunes, parecía lunes excepto por la gris tranquilidad en la calle el mundo parecía un lunes postapocaliptico. Al fin pasó y un gran rayo cósmico se ha cargado a la puta gente. Pero era domingo, domingo por todas partes. Incluso aquí que a veces me da por detener el tiempo. De no ser porque al saltar fuera de las sabanas me ataco el bicho ruin de mis alergias ya me hubiera largado a trabajar.

Estornudo mío, ojos rojos de cada día, nariz rota congestionada que vienes a quererme. Salgo a la calle a trompicones, empiezo a sospechar que mi casa tiene demasiado polvo, o demasiados bichos o demasiado “yo” y a eso soy alérgico. La conciencia de que no era lunes me llego igual que despertar, como si el engranaje más somnoliento de mi cabeza finalmente se hubiera ajustado. Y ya con todas mis neuronas puestas, aunque un poco sacudidas por los estornudos. Me pregunto, sólo me pregunto, si toda la gente despierta igual; Dando un salto vertiginoso desde el fin del mundo. Sintiendo hilos invisibles que me atrapan desde un lugar lejano parecido a la muerte. Como deben sentir los que tele transportan en star trek. Y no es que en mis sueños este en un lugar demasiado confortable. Es que, damas y caballeros, siento que formo parte de la garganta congestionada de algún dios extraño y este de pronto me escupe a la cama y ahí cobro vida. Quizá el problema sea que me levanto cuando todavía ni siquiera puedo ver bien, totalmente confuso empiezo a dar pasos de borracho. Estornudo, salud-gracias, sigo.

Ahora pienso, que tal vez escribir me salve, no me lleva a lugares extraordinarios porque no paso más allá de mis recuerdos, pero me salva. No es la felicidad tal vez. Y también sospecho que una cámara polaroid no desaparece a la gente, simplemente la vuelve plana y bidimensional. Como aquel cuento de Stephen King donde un niño sueña con Polaroidville. Ahí se va la gente que retrato aquel niño. Y llego a la cuenta de cuantas personas he podido enviar a villa horrenda en mis relatos, cambiándoles el nombre y la identidad. Pero mejor aun, a cuantas podría desaparecer de este plano astral si mi polaroid aun funcionara. Agrrrchu. Salud dice una vecina. Gracias mamita linda le contesto con mi mente. Mi boca dice otra cosa.

En la calle me doy cuenta que no me he peinado, y que detesto caminar con chanclas. Por suerte ayer me corte el pelo así que mi cabeza no parece un casco alienígena de romanos. Pero el jardín no esta deshabitado como acostumbra los domingos. La vecina esta ahí jugando con su bebé y esa señora siempre me pone nervioso con sus miradas inquisitivas. No sé si me quiere arrancar la ropa o llamar a la perrera. Regreso a casa y comienzo a escribir. Pero mi alergia no cede, me largo de aquí. Vuelvo mañana a ver si ya mi cama esta libre del polvo o yo estoy libre de mi. Bye, ciao, fuera. Estornudo y sigo.

4 comentarios:

Arya dijo...

wow, que te puedo decir? Pues aquel que te escupio en/de la cama.. te hecho con muchas piscas de divertido hoy.

Me haz hecho reir... eso te puedo decir.

Saluddddddddddddd : )

Morbo dijo...

Bueno al menos los estornudos pasaron y vos te reiste, ya es algo ;)

gracias, gracias

Oceanida dijo...

Prueba con algun analgesico. Yo creo o imagino que tu siempre has tenido la piel brillante, como escamas.

Un abrazo.

Morbo dijo...

Pues pruebo con salir a que me de el aire pa sacudirme todo le polvo

(sera que me estoy convirtiendo en sirenito?) por las escamas digo XD

dos abrazos