La realidad es que huyo de la realidad. Almaceno conceptos genersoamente fantasiosos de cada nombre, rostro, objeto o situacion que atravieza por mi vida. La llevo a un punto de belleza total y despues me baño en su luminosidad mientras llega el diay despierto tengo que ir a buscar ese nombre, rostro, objeto o situacion que atravieza por mi vida. Idealizo cada minuto del dia justo antes de que ocurra, cuando ocurre, hago un balance y mezcla de lo que se obtuvo y lo que se soño de ese minuto transcurrido.
Entonces no parece ser tan malo, y si me aburre me culpo a mi pensando que lo idealize demasiado.
Dejo ir nombres, rostros, objetos y circuntancias de mi vida convencido de que soñar tiene el costoso precio de hacernos la realidad un agujero gris y desarticulado, que yo mismo he arruinado al idealizar demasiado cada cosa.
Hasta ahi, todo marcha bien, seria cuestion de aceptar que cada nombre, rostro y circunstancia en la vida tiene sus altibajos y que quiza no deberia esperar que se parezca a lo que he soñado.
El problema, es cuando ese nombre, rostro y circunstancia de la vida fue mucho mejor en la realidad que en los sueños, es entonces cuando no se como diablos puedo dejarlo ir o aceptar que se tiene que marchar hacia otros puntos de la existencia donde yo no encajo ni articulo debidamente.
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