El estaba borracho, de eso no habia duda.
Tu rodeaste su circunferencia cuidando, meticulosamente,
no tropezar con ninguna particula putrefacta que
escapara de su aliento.
Abriste la puerta y volviste a respirar estando fuera.
Afuera el mundo parecia un pendulo movido por inercia
chocando estrepitosamente contra el pendulo de la realidad
que de igual manera era movido por inercia,
dentro de ambos
un cumulo desastrozo de imbeciles
se estrellaban las cabezas entre si, movidos
por el unico artificio con el que cuenta el hombre para subsistir:
la inercia.
Entraste a distintos bares y probaste nunca las mismas copas,
conociste a diversas mujeres encontrando nunca los mismos sentimientos,
probaste distintas drogas encontrando nunca los mismos estimulos,
aborreciste a distintas formas de vida encontrando siempre
la misma amargura... una noche muy soleada
fue cuando viste a tus amigos evadiendote, y las mujeres
apresurando su paso hacia la puerta de salida
y a diminutos hombrecillos verdes rodeandote,
haciendo una circunferencia impenetrable alrrededor tuyo.
Tu estabas borracho, de eso no habia duda.
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