domingo, 16 de octubre de 2005

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Solia irme a dormir pensando "un buen dia de estos malos dias, me largo".

El pensar en mirar el pasado y sentir que mi vida ha sido una mierda desperdiciada siempre me ha dado temor. El no encontrar un punto de encuentro con el ego desinflado, el derruirme los pocos años que me son dados en la costumbre y el advenimiento, es sencillamente aterrador.

Y no es temor a la miseria, tristeza o fracaso. Tampoco a la imposibilidad del exito comercial que va de la mano con el familiar. Es un gusand que roe mis manos y a veces se trasluce en las letras. Una larva que crece dentro. Un tren de medianoche sin señalamientos ni reparos, es algo que los viejos lunaticos llamaron vocacion.

Pasaron los años y a media noche despertaba pensando "un buen dia de estos malos dias, me largo" y no se trata de tomar las maletas y comprar ticket en el autobus que viaje mas lejos, ni siquiera tal vez, se trate de mover los pies.

Es quiza el planteamiento o la ilusion de una revolucion en mis entrañas, donde termine haciendo lo que mas me gusta hacer o menos me pudra realizar.

Despierto y tomo un transporte (con apariencia de chiquero) que llegan sin escalas al infierno del hastio. Por mi cabezan cruzan historias irreales de personas comunes, personas comunes sumergidas a pulmon libre en historias irreales... Me cuesta trabajo llamarle nubes a las nubes, prediero decirles "nichos de algodon que lloran anhelos". Me rio conmigo, a veces no es tan insoportable ese tipejo que se refleja en los cristales del micro-bus.

Bajo de ahi y camino hacia el agujero infernal de mi aburrimiento, pasa el dia por mi cabeza y siento que alguien me debe 8 horas de vida. Podria soportarlo tal vez... si acaso... quiza.

Pero regreso y reviso mis papeles, viejos libros y poemas que emborrono en mi hoja electronica (puto com). Esperando encontrar una luciernaga de confortabilidad doy vueltas por distintos centros de acopio literarios, comunidades inmensas y bien adornaditas que relucen una gama insufrible de actores que escenifican lo que para segun su punto de vista es la mejor forma de hacer literatura.

Luego miro hacia dentro (mi templo), me quito el uniforme (frente al monitor), cuelgo las esposas (que me dieron de adorno pa meterles miedo) y pienso hacia dentro: un buen dia de estos malos dias, me largo.

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