Saque todos los souvenirs que me traje del pasado
las heridas, las sonrisas, los fracasos, los placeres
y el exceso...
todo el exceso que no estaba amarrado a mi cuerpo.
Luego hice una torre, quedaron ordenados alfabeticamente,
cronologicamente, estacionariamente, particularmente.
Ahi les prendi fuego. Encendi un cigarrilo con todo eso
y calente mis manos sobre las llamas.
Entonces me senti desnudo.
Vacio.
Estupidamente absurdo.
Mas inutil que habitualmente, mas perdido que de costumbre.
Mas olvidado que los recuerdos.
Y mas invisible que mis reflejos.
¿Ves lo inadecuado de mandar todo al averno?
Ven y dame nuevas heridas, nuevas sonrisas
nuevos fracasos, nuevos placeres, nuevos excesos.
Pero sobre todas las cosas, y antes que hagas nada:
Escribe tus marcas en mi futuro, ponle tu nombre a mis heridas,
que cuelgue tu fotografia de mis memorias.
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