miércoles, 8 de junio de 2005

eternal

Recostados sobre la sombra de un inmenso arbol, llevaban un cuarto de vida midiendose los pensamientos, nada importaba ya, solo esa callada simbiosis de lenguajes secretos. Ella aparto sus brazos y le beso profundamente, el tomo su rostro y unio su boca a su alma, un beso directo al corazon les incendio la piel y comenzo una danza de caricias y cariño mientras sus cabellos se mecian con el viento. Dos lenguas asesinando el espacio, cuatro labios bañando en saliva todas las dudas.


Entonces ella llevo su mano a la bolsa y sacando un puñal lo hizo desaparecer en el corazon de su bien amado. El balbuceo un poco palabras cortadas antes de sucumbir en un temblor completo que recorrio su cuerpo desde el cabello hasta los pies para desvanecerse cuando su cabeza se inclinara hacia la izquierda. Luego se lo encajo ella a si misma en la yugular mientras se apagaban las incipientes lagrimas que amenzaban con aparecer.

1 comentario:

Avellaneda dijo...

¡Oh my god! pues que cenó mi estimado??? jejeje.