sábado, 14 de mayo de 2005

mon petite mort

Recorreme, como una gota de acido
abriendo mi carne,
y mira que hay adentro...

Soy agua, era sangre,
soy la ruina de un deseo.
Y cambia las cosas de sitio,
pasa como torbellino por dentro mio
y desfigura los muebles de mi cabeza,
voltea los afiches de mi pecho,
redecora con el polvo de tu piel
y el ojo de tu furia
la tibieza de mis sentidos.

Pasa a traves de mi como un suspiro
quedo y suave, quedate en los rincones
escribe tu nombre sobre la marchita marcha
de mis pulmones y dale un soplo a mi corazon.

Que ya solo vean rastros de ti,
senderos de tus pasos en la fria morgue
que me habita, que me habitó,
donde ahora reposo
durmiendo tranquilo
el placebo de la vida: dulce muerte.

2 comentarios:

eyrenne dijo...

Cada lágrima de hambre
el más puro néctar
Nada más dulce
que el deseo en cadenas

Cuando el cuerpo no espera
lo que llaman amor

S.S. dijo...

No me sirven las palabras
gemir es mejor

Cuando el cuerpo no espera
lo que llaman amor.