sábado, 28 de mayo de 2005

III

Ya no vale la pena pensar en que, en donde, en que momento... le deje la vida encargada un mercenario de esperenzas y cuando regrese ya la habia vendido, o la habia asesinado... quien sabe... los merecenarios no saben que hacer con la vida al no tener precio, ni valor, ni graduaciones alcoholicas para medirla.

Asi que ahora camino solo por costumbre, hueco y mas sordo que un cantaro... en mi rebota el mundo como hondas de sonido que se estrellan en un gran agujero negro... Pero hay noches que pesa menos, que los pensamientos se bifurcan, que me olvido de todos... que persigo la nada... Siempre ayuda la musica y la indiferencia. Aunque tenga un monton de gente diciendo y preguntando, yo solo miro las paredes, y me pregunto si podre pasar igual de desapercibido algun dia.

1 comentario:

Avellaneda dijo...

Empieza a doler el dolor de leerte.