sábado, 13 de diciembre de 2008

Después de todo

Qué son los sueños sino cadáveres disecados que la noche va tirando,
qué son los minutos sino aliados del naufragio,
qué son las palabras que te guardo sino apoteosis conjugadas,
qué soy yo cuando no te tengo sino un enunciado con el verbo averiado.

Pero aún escribo, después de todo, gritándole a tu sordera;
esperando que un día, me encuentre a media noche
la palabra precisa que te arañe el orgullo y te haga mía.

Aún sigo tirando flechas rotas a la luna,
y sigo nadando en este océano de muerte
porque después de todo
te sigo guardando un beso por cada sueño que se suicida.

3 comentarios:

Anonymous dijo...

Nada esta escrito aún…
Los sueños son pequeñas nubes perdidas en la tumba al lado del campanario, los minutos perdidos son parte de un escenario donde perdimos los argumentos y terminamos como títeres sin cabeza movidos de manera grotesca, las palabras se las lleva el viento al mar de la ingratitud.
Sigue pues escribiendo sobre todo aquello que aun te falta por experimentar o por vivir, por esperar o por perder; todos peleamos a la contra.
Ya habìa olvidado todo esto.

S.S. dijo...

que habias olvidado?

Anonymous dijo...

Habìa perdido la capacidad de leer, de intercambiar, de saber.

me aferre a lo que quedaba de sensates, deje las locuras.

De pronto estas letras me son como un mapa que me regresaron al pais de nunca jamas.