lunes, 1 de marzo de 2010

La cantina rueda calle abajo

Voy a tomar el camino fácil
la salida próxima, la tangente sin curva,
voy a tomar el expreso a medianoche,
voy a tomarme por sorpresa
los cuarteles del miedo.

No quiero escribir, esta vez,
de las esquirlas flotando en mis ojos
de la rutina esquivando el pensamiento.


La cantina rueda calle abajo
así escalpamos el alma
escarbándonos dentro
esculpiéndonos una herida etílica
excomulgándonos la risa.

La muerte es una avalancha
de minutos desperdiciados
de besos negados
de abrazos rotos
del aliento fétido de la resignación.

Quién va sembrando estas espinas en las calles

Voy a tomar un puñado de sorpresas
para insultar esta mañana a la rutina,
voy a tomar al amor de mi vida
para limpiarme las heridas.

Voy a tomarme unos días para morirme sin la muerte.

Y mañana cuando el círculo termine
en la esquina donde se doblo la vida
veré lo que sigue igual y lo que ha cambiado
para venderle mis suvenires del tiempo
al mercader de las pesadillas rotas.

4 comentarios:

Oceanida dijo...

quise decir "poeta".

Oceanida dijo...

Es excelente pota. Me recuerdas a veces muchisimo a Sabina.

Un fuerte abrazo y beso sonoro.

Arya dijo...

Uyy q Bunbury... esa cantina queda en HellVille? ; )

Morbo dijo...

O_O Calle Melancolia # 7 hellville, city

bueno, las cantinas estan llenas de recuerdos no vividos... musica de cañerias diria algun poeta

besos y abrazos señoritas