martes, 9 de marzo de 2010

Deshazte del cadáver

Toma su cabeza y corta al centro
justo en medio de los ojos
entre la ceja y la duda
entre la boca y las cenizas
entre la garganta y las pesadillas.

Esta mierda no se sumerge con vos
te sumerge a vos y luego te olvida
no hay escaleras rumbo al cielo
ni jaurías hambrientas en los pastizales
solo el estertor del silencio
la rubrica de la muerte en los pechos de los ángeles
un orgasmo atorado en mi boca
recortes de diarios en mi cabeza
cuando sueño, sueño que soy la bestia perseguida
cuando persigo, persigo un sueño de bestia cazada


Abre su tórax con un grito
araña el alma, escupe el corazón,
retuerce los riñones, pinta de amarillo ese pulmón
revuélvele las tripas con una sopa de verdad
vacíale las costillas, encájalas en su diario misógino.



Esta madrugada no tengo tiempo para escribir
la lluvia se avecina, una vecina se desnuda
un lobo vegetariano me esta viendo la cara de pepino
se oye el rumor por las coladeras
están invadiendo mi soledad
los dos mil demonios del hambre
y el esfínter de la poesía se entrega sin remitente
al negocio podrido de lo cotidiano.


Recoge las partes, sin perder detalle ni una pizca
quema todo en la pira de los sueños rotos
limpia bien las mesas, regala su ropa a un vagabundo
deshazte del cadáver, cómelo en trozos.
Desparece toda evidencia y sal a la calle
Sonríe. Es sólo otro poeta muerto.

No hay comentarios: