miércoles, 22 de agosto de 2007

Cuando pasa, sucede

Cuando escribo,
te puedo ver recostada en mi cama
buscandole una solucion al mundo
o a mi cama.

Cuando escribo me recuesto a tu lado
y hacemos crecer los lirios en las paredes,

cuando escribo anochece mas temprano
y siempre despierto reivindicado,
cuando escribo recuerdo tu voz en los pasillos
tus zapatos golpeteando el pasado
tus manos entrando en mis sienes,

cuando escribo, cuando lo hago,
los tresmilcuatrocientoscincuentaydos imbeciles
que viven en mi,
pueden formar un imbecil muy bien formado.

Cuando escribo, cuando sigo vivo...

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