El guardian de las puertas de Xibalbá me dijo que no era posible entrar con una bolsa tan grande. -Pero llevo mis sueños señor- esos que me regalaron los brujos cuando niño, recitan aqui todas las cosas que no se cumplieron, las que no fueron importantes y los fracasos que tuve. No importa no puedes entrar, -me dijo-. Sacudi la bolsa, y de ella cayo la ilusion por volver a besarla, rodo por el piso y al llegar al desfiladero pude ver como lentamente se hundia en el vacio.
La proxima ves, solo soñare con volverla a ver -pense- tome mi bolsa y me diriji a Xibalbá...
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