Hay batallas que se pierden cuando uno decide tomarlas, hay fusiles que disparan hacia el cazador, hay bestias varadas que se hunden en las sombras y rumiandole al cielo sin estrellas, en ese punto donde las nubes se reunen para embriagarse, disparan hacia el ojo de la luna. Mirarte en el ojo de la luna es mi peor problema.
Y busco en las sombras, cada dia, algo nuevo que me mantenga a flote, me aferro a la ultima razon que perdura, perduro en tu ausencia, y ya no quiero ver como sales huyendo porque te intimida mi razon. Decresco sobre oleos privados del destino, que me dibuja sobre lineas de agua, me borra con el codo al amanecer, borrar con el codo todo lo que no me dices es mi peor problema.
Y si decido caminar otra vez por el carril contrario, y si me pierdo y me encuentro contra las luces de un buque fantasma que pierde tambien su camino, y emprendemos un viaje largo por el recuerdo, y nos tragamos las memorias y naufragamos en abismos sin red. Naufragar en el abismo de tu silencio es mi peor problema.
Cada mañana le hago un corte de mangas a la voz de mi conciencia, cada tarde me regresa la osadia mirando a leguas tu boca, tu boca que sera de otra boca, y nuestras bocas vogan sin rumbo fijo y dicen cosas que no tienen mucho sentido, quiza todavia vemos el encanto del sinsentido, quiza ya son pretextos vanos para no hundir mas el buque fantasma en el fango.
And so I have to say before I go, que estas son las ultimas lineas que te escribo, y nos quisimos, cuanto pudimos, y no le digo adios al intento, solo guardo mi tinta para las respuestas de la muerte, para la cofradia del fracaso, para la urbe milagrosa que no se rompe en pedazos por guerreros acabados... de escribanos difuminados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario