ellas

Ella permanece inmutable a mis fechorias.

Adora mi presencia, y su ternura me hace quererla con ansiedad, la extraño siempre, aunque crea que rehuyo. Tiene un mar de dudas haciendo olas en su mente, espera las palabras precisas, la invitacion confesada, el amor desmedido, y yo solo puedo quererla sin tocarla... porque lo que toco lo rompo.

A veces creo que la pierdo.

Ella por fin aparecio.

Sin darme cuenta la espere durante dias, la extrañe como un jodido perro bajo la lluvia, la espere cada noche, y aun no se porque. Amenazo con acercarse, prometio sorpresas, bajo un velo de secretos y avivo lo que durante meses he tratado de dormir. Despues desaparecio, y no se si se aleja por hastio, o por miedo, pero igual se desvanece entre mis dedos.

A veces siento que la sueño.

Y ella dijo: hablame, cuentame, empalagame de palabras.

Yo como siempre quede bloqueado ante una puerta tan abierta, nunca he podido expresarme bajo efectiva peticion, he dejado volar musas, he perdido corazones que se ofrecen a mis manos. El silencio me ahorca cuando menos lo espero, me descubre tal cual soy: vacio, nulo, absurdo.

A veces siento que la hiero.

Y luego vino ella, guiño un ojo y saludo mi soledad, depues volo, abrio sus alas, viajo a un planeta donde me acerco menos, siempre ha sido difusa, siempre ha rehuido a estar conmigo demasiado tiempo.

A veces siento que la amo.