lunes, 1 de junio de 2020

Bajo el imperio del "minimo esfuerzo"

Aun no logro descubrir si soy un obesivo compulsivo o un perezoso innato. Siempre tengo en la bandeja de cd el mismo disco, hasta que se raya o hasta que llega alguien y lo rompe; todos los dias voy a la misma tienda y compro la misma clase de cigarros, la misma marca, el mismo color y lo fumo en las mismas jornadas, hasta que llega ese dia del mes en que no tengo un clavo y pasan dos o tres dias que no pruebo tabaco alguno, entonces espero paciente la llegada de las primeras monedas y me meto a la primera tienda que encuentre para arrancar del estante los primeros cigarros que vea; Paso noches seguidas escribiendo el mismo tipo de cosas, el mismo estilo, la misma tecitura... hasta que me salen estupideces o solo armo enunciados sin idea ni conexion alguna, entonces llega el hastio y comienzo a devorar letras, no es muy amplio mi almanaque de autores preferidos, si hay alguno que no pueda encontrar en el internet no lo leo... por dos razones fundamentales: o estan muertos y esa plata llegaria completamente a manos de las odiosas y vampiricas editoriales o estan vivos y demasiado dementes como para que las editoriales les publiquen sus obras... hay una tercera opcion, en todo hay una tercera opcion que podria llamar sin temores "pereza", "desinteres" o simple y llana "tacañeria". Si hay que correr desisto, si me piden opinion en el sexo digo: "por favor mami, tu arriba", si hay que opinar me censuro, si hay que gritar converso, si hay que levantarse finjo desmayo. Luego viene la pereza por escribir, y me pongo a leer como pensando que mi vida no esta tan desperdiciada, a veces pezco cosas interesantes, otras no.

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