domingo, 2 de noviembre de 2008

Eramos tres

Eramos tres. Unidos por la sangre, dicen, y un poco mas. La casa se lleno de sombras y basura, algo de ceniza y musica de ambiente que nos ambiento la ironia. Eramos tres, luego vino la tristeza. Puñales clavados en el pecho por el tiempo, por fantasmas, por necedad y un poco tambien por la necesidad de tener algo en el pecho. ¿Has sentido que cada trago de alcohol es una inyeccion de acido a tu corazon?

Desperte no se donde, pero estaba lejos de mi. Alcanze la primera cerveza que encontre y me sente a llorar por la mañana. ¿Has sentido que de pronto el mundo se ha quedado vacio?

Mire el telefono pero me parecio absurdo utilizarlo, ¿A quien iba a llamar? Al soporte tecnico del cielo para que me conectaran los cables de la cabeza, tal vez. A ti, tal vez. A la ambulancia o el recolector de basura, quien llegue primero se lleva los restos, tal vez.

Vinimos por la tarde con muchas botellas repletas de autoconmiseracion, pero ya estabamos rotos. Con lo avanzado que esta el mal tiempo no podemos decir ya que ese chapuzon no lo esperabamos. Estaba cada uno en el metro cuadrado de su propia frustracion. Al caer la noche volvi a llorar un poco y aunque el mundo se ha vuelto a poblar de nuevo, yo sigo lejos de mi.. ¿A quien culpar cuando no recuerdas la ultima vez que te viste con vida?

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