El cielo tiritaba en la desolación
las nubes lloraban un llanto gris
y los hijos de natura buscaban su refugio
de la eventual tormenta...
Atrapado en una cabaña, escuchando a Dios gritar,
supongo por estar enojado conmigo;
fui perdiendo, sin notarlo, ese rastro de soledad
que siempre me acompaña,
y con el llanto gris del cielo
pude escuchar a las aves hablar...
Tenían ese idioma sagrado que solo los Ángeles
comparten, y en medio de chillidos,
que se encajaban en mi oído fui perdiendo
la noción del tiempo aquel
donde el cielo tiritaba en la desolación...
Pude ver un rayo de luz clavándose en mi pecho
mientras el llanto gris de las nubes
y los gritos de Dios penetraban en mi odio
y lo deshacían, llevándose el pensamiento
suicida que me ataco aquella noche...
La eventual tormenta llego y se confundió
con él rió salado que brotaba de mis ojos,
en un minuto el silencio se hizo un todo
y los rayos de luz se retrajeron
abandonándome en la oscuridad...
Cuando las aves comenzaron a hablar
supe que estaba en un total estado de locura
y por ese instante no pude recordar
donde nació el dolor, el llanto gris de las nubes
se llevo él rió salado que broto de mis ojos...
El silencio total me dejo escuchar mi pensamiento
que si no aclaro las dudas, me permitio
alejarme un segundo de mi tormenta existencial
"no estoy, no existo, no nado hacia ninguna orilla...
solo me quiero perder en las olas
de este mar eterno de realidad
y esconderme unos días quizás,
escapar tal vez del eventual entorno,
pero jamás podré desaparecer por completo
ni de mi ansiedad, ni de mis lujos de tristeza"
al final, no estoy solo, me acompaña
mi propia soledad...
Dios dejo de gritar, las nubes callaron su llanto gris
aquella cabaña perdida en un total estado de devastación
no pudo apaciguar la sonrisa que me broto
de aquel instante de lucida locura...
la puerta sé cerro, pero pude percibir
los rastros de los caminos que aun se pueden andar
las nubes lloraban un llanto gris
y los hijos de natura buscaban su refugio
de la eventual tormenta...
Atrapado en una cabaña, escuchando a Dios gritar,
supongo por estar enojado conmigo;
fui perdiendo, sin notarlo, ese rastro de soledad
que siempre me acompaña,
y con el llanto gris del cielo
pude escuchar a las aves hablar...
Tenían ese idioma sagrado que solo los Ángeles
comparten, y en medio de chillidos,
que se encajaban en mi oído fui perdiendo
la noción del tiempo aquel
donde el cielo tiritaba en la desolación...
Pude ver un rayo de luz clavándose en mi pecho
mientras el llanto gris de las nubes
y los gritos de Dios penetraban en mi odio
y lo deshacían, llevándose el pensamiento
suicida que me ataco aquella noche...
La eventual tormenta llego y se confundió
con él rió salado que brotaba de mis ojos,
en un minuto el silencio se hizo un todo
y los rayos de luz se retrajeron
abandonándome en la oscuridad...
Cuando las aves comenzaron a hablar
supe que estaba en un total estado de locura
y por ese instante no pude recordar
donde nació el dolor, el llanto gris de las nubes
se llevo él rió salado que broto de mis ojos...
El silencio total me dejo escuchar mi pensamiento
que si no aclaro las dudas, me permitio
alejarme un segundo de mi tormenta existencial
"no estoy, no existo, no nado hacia ninguna orilla...
solo me quiero perder en las olas
de este mar eterno de realidad
y esconderme unos días quizás,
escapar tal vez del eventual entorno,
pero jamás podré desaparecer por completo
ni de mi ansiedad, ni de mis lujos de tristeza"
al final, no estoy solo, me acompaña
mi propia soledad...
Dios dejo de gritar, las nubes callaron su llanto gris
aquella cabaña perdida en un total estado de devastación
no pudo apaciguar la sonrisa que me broto
de aquel instante de lucida locura...
la puerta sé cerro, pero pude percibir
los rastros de los caminos que aun se pueden andar
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