sábado, 6 de noviembre de 2004

Sobrevivo

Sobrevivo a tu exilio,
que es de niebla,
de tierra fría,
entre sepulturas naturales
y una libertad tan sorda
que me encierra contigo.

Sobrevivo a tu ausencia,
liviana y falsa
descansa tu sombra
en mi agonía
y en el eco de tu nombre
dando tumbos
por mi pensamiento.

Sobrevivo al olvido,
que no es ni tuyo
ni del viento,
es de un dios pagano,
que esta muriendo
al ver como incinero
en un altar tu cuerpo desnudo
y te atrapo en mis plegarias.

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