lunes, 6 de febrero de 2006

Piquetes de odio

Odio esas calles saturadas de aburrimiento, el crujir de suelas en mi cabeza cuando la noche me da miedo y prefiero quedarme en casa, enrredado entre las sabanas y con la cabeza sumergida en vanalidades. Odio ese polvo que no te hace estornudar, el aire matutino que no te despierta, los primeros rayos de sol que tu rostro no iluminan. Odio esas canciones que siempre me repiten tu nombre pero que tu nunca escuchas. Odio las lineas de mi amargura que a ti no te causan ninguna impresion. Odio amanecer prendido a un recuerdo, manchando las sabanas, tatuado a las cenizas que no fume la tarde anterior. Odio despertar cada dia pensando en verte y saber que tú nunca cruzaras esa puerta. Odio cerrar la puerta y negarle a mi esperanza una salida. Odio el zumo de mi pecho, que escurre cuando no me queda mas sino conformarme, aguantar, y acostumbrarme a todo ese grupo de actos irrelevantes que miro pasar a travez de las manecillas del reloj cuando cuento los minutos para tener una palabra tuya. Odio que ya no me duela saber que no vas a volver pero igual te seguire esperando. He vuelto a empezar la escalada de mi decadencia, esperando que un dia todo el universo se vuelva a ajustar y de pronto mis lagrimas recorran los parpados cerrados porque estoy sintiendo otra vez piquetes en el ombligo de amor... U odio, da igual.

2 comentarios:

eyrenne dijo...

Es que el odio y el amor son emociones intensas, apasionadas, son faciles de confundir.

;)

Anonymous dijo...

El odio te lleva a detestarlo todo...tu no me produces esa sensacion...quizas si la de querer estacionarme en el parking que dice: Amor.