martes, 14 de febrero de 2006

el gran escritor

...y el octavo dia puso su maquina de escribir sobre uno de los planetas que quedon en obras. Trazo las primeras lineas, escupio ahi toda su sutileza, las lineas se sucedian imprecisas una tras otra, aquello parecia tan caotico que nadie jamas, habria podido adjudicarle la autoria. Luego solto la amargura, incluso la que le sobro en los bolsillos, la esparcio sobre las pequeñas cabezas de sus personajes -con una reparticion por demas desequilibrada- y se sacudio las manos dejando caer migajas sobre las azoteas de cada uno de los escenarios. Le dio por hacerle a la comedia al tío, jugo a hacer bromas y termino cada chiste con un brutal golpe de realidad. Se quizo ver artista y no pudo abstraerse de la tentacion de ponerle algo de dolor, quiza demasiado, quiza diluido entre la alegria que se le escapo sin notarlo. Su golpe certero fue cuando al amor, ese personaje invisible, lo hizo hermano gemelo de la tristeza. Antes de escribir las ultimas lineas para cada personaje sintio sed y fue a por cerveza. Jamas volvio. Los ultimos renglones de cada historia se torcieron hasta crear un relato amorfo embestido por las tintas de la muerte. Y en el juego angustioso de un espejo reflejandose sobre otro, callo la voz de cada personaje, y cayo el designio de pesimos sortilegios.

2 comentarios:

Oceanida dijo...

Dicen que lo han visto perdido entre la multitud, buscando perdsonajes, espejismos a los que inventarles una realidad, fabricando ilusiones-bomba en las que inmolarse...

Un beso.

S.S. dijo...

Algunas lineas de el no fueron tan mal hechas... algunas que escribio en el mar.

kisses & hugs