jueves, 7 de julio de 2005

Palabras

El monitor en blanco me mira 40 centimetros lejos de mis ojos. Una linea parpadea dentro esperando que yo comienze a hacerla vomitar palabras. Y cuando pienso en las palabras quiero amarrarlas todas y hacerles rodar, que lleguen al mar y se llenen de sal, que suban con la marea pegandose a las rocas o cubriendo la espalda de los amantes furtivos, que se retraigan con las olas y en los colmillos de un tiburon terminen sobre las costillas de un pescador. Que se disuelvan en la arena, que vivan con la luz de luna. Pero las palabras no crecen, solo voy redactando lo que me gustaria sucediera con todas las que estan almacenadas en mi craneo, las que he leido, las que escuche o mal-escuche. Luego pienso en las poesias, en palabras unidas y significativas. Y si pienso en poesia pienso en aquella linea de Neruda:
"Puedo escribir los versos mas tristes esta noche"
Yo podria escribir los versos mas pateticos esta noche. Pero si pienso en mi poesia pienso en fuego, un cerillo y explosiones. Dinamitar mis prosas conmigo dentro, incendiar los versos dentro de mi boca, carbonizar las poesias y fumarme su humo. Si pienso en mí, cierro los ojos y trato de sentirme, buscarme dentro de la piel, arañar el vacio bajo mis uñas; si cierro los ojos te sueño, y me olvido que soy yo quien te sueña. Si te sueño me olvido de ti, tu nombre deja de ser nombre y se convierte en aromas, tus ojos dejan de mirarme y se vuelven voces que lentamente acarician mis pensamientos. Si pienso en ti comienzo a escribir, de pronto la hoja en blanco tras el monitor deja de serlo y me pilla la noche, otra vez, repitiendo lo que ya he dicho mil veces cuando cerre los ojos para olvidarme de mi y termine haciendo poesias soñando con tu ropa resbalando por tu cuerpo y tu piel lanzando estelas de luz hacia mi cabeza. Me pierdo dentro guardando toda la saliva para repartirla en tu pecho, me guardo todas las palabras para recitarlas en tus oidos, me guardo la suerte para otro dia y mis ojos se abren arracandome de ti, mirando el vacio de la pantalla que hace tiritar palabras y mil lineas verticales parpadeando a lo largo de mi alcoba esperando que yo les haga vomitar palabras en mi propia existencia.
Pero alguien grita, me olvido de escribir y de las palabras, estas se repliegan en mis brazos, se esconden entre las paredes, se escapan nadando en las gotas de la lluvia, y ya solo me quedan las que estan profundamente enterradas en mi pensamiento.
Mi cabeza explota con un trueno del cielo, y las palabras huyen de mi, brotan de los ojos, saltan de mis poros, se aferran a las grietas de la ventana y resbalan expresandose entre la atmosfera:
te quiero
te extraño
lo siento
hasta siempre
no aguanto
Yo me desespero ante la insistencia de tanta palabreria, me tapo los ojos, grito, aullo, las trago mastico, piso palabras que nacen del suelo, que brotan y florcen delante de mi cortandome los caminos, las escupo, las reniego, las ignoro, pero se alargan y cubren las parades, cubren la gente, invaden mi cuerpo:
te siento te escucho te veo te busco te encuentro te imagino te sueño te conozco te aspiro
Subo escaleras, enciendo el ordenador, prendo torpemente un cigarro y comienzo a escribir un carta sin remitente que jamas te enviare. Las palabras se van callando, regresan a sus lugares, se evaporan e impregnan por mi cuerpo, algunas suben por mis piernas y se funden en el monitor, las miro y reflejan esto que escribo.
Las palabras hoy tampoco dicen nada, me atormentan y rebasan. Me persiguen y me hacen recordarte. Olvidare las palabras y ver que dicen las imagenes, de ti.

2 comentarios:

eyrenne dijo...

Hay momentos que no necesitamos las palabras, me refugio entonces en los recuerdos.

S.S. dijo...

El silencio tambien es efectivo.

el silencio al mirar, escuchar o pensar.