martes, 28 de octubre de 2008

Juego de manos

Mientras una gota de agua me besaba el rostro y el humo me enrrojecia los ojos, paseaba un hielo por mi cuello como para aminorar el incendito. Un escoces en las rocas es la mejor manera de decir adios, pense. Y Frank Zappa llorando desde el modular me decia que ya pronto llegaria mi turno.


Las miradas clavadas en los ojos del destino. El destino con sus labios de plomo enunciando nombres al aire, y tres idiotas esperando escuchar su turno de pase al infierno.

Tras un golpe seco y ensordecedor me entero que ha caido el primero, y yo no puedo sentir simpatia por el, no puedo sentir nada por su cuerpo destrozado, ni su sangre en mis gafas me permite lamentarme por su muerte. Para mi solo es una bola de carne que alguien vino y lanzo a mis pies. Yo no soy como el, no puedo ser como el, su destino no es el mio, si estoy en el mismo sitio, solo es una treta mas del infortunio.

¿Es Frank Zappa?" pregunto como para romper el hielo.

"el mismo, de su disco Overnite Sensation" me contesta friamente y luego empuja hacia el piso aquel cuerpo que desde la muerte me invita a viajar con el.

Claro, a Zappa yo lo conozco, -pienso mientras tanto- El revolver esta en mi mano, el azar me mira despectivo desde la nada, la muerte me guiñe los ojos y se levanta la falda.

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