viernes, 24 de octubre de 2008

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¡Fuera de mi vista imbecil! Eso dicen que dijo, luego azoto la puerta haciendo bailar los cabellos de mi frente, sin mas demora tome lugar en el sitio de los desempleados. Otra vez me habian mandado a la chingada, eso dijo Julian antes de despedirme en la entrada de las oficinas con su asquerosa sonrisa de siempre. ¿Como es que el mundo es tan adepto de enviarme boletos gratis para ese tren, sera que es tan bonito para que tenga tanta publicidad, sera que me ven condiciones de astronauta interdimencional? Y para todo esto, ¿donde chingados esta la chingada? Ya lo busque, en serio, y no aparece en ningun mapa, tampoco los policias saben dar indicaciones, mas de uno se enoja ante la pregunta.

Quiza yo estoy en este mundo para averiguar donde jodidos queda, quiza de la chingada sea mas dificil que me manden a la chingada; porque, ¿quien sabe que carajos hay mas alla de la chingada? Lo peor seria que me enviaran de regreso, y asi solo estaria en el mismo sitio donde estoy ahora. Eso hare yo, como argonauta malcomido buscare la tierra prometida del destierro, si ya me estoy viendo; casi me escucho pues, “un pequeño paso para el hombre y un gran charco para la mierda”.

Cómo jodidos no, si podria aparecer en los principales noticieros, con Loret de Mola, y ese otro viejito que sale por las noches: “Digame usted, ¿cómo le sienta la chingada?"

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