lunes, 3 de julio de 2006

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La rutina es la misma, ya digo, rutinaria. Busco en el espejo una razon para levantarme cada dia, y si no la encuentro sonrio y esquivo, luego voy contigo, porque si mis manos estan vacias, se que igual tendras una caricia. Luego te esquivo y prosigo. Te abandono en ese planeta que has construido para ti, con tus propias lagrimas, pero vos debes saber que no es completo ese abandono, no es tan real, quiza rutinario... he dejado regadas algunas sombras que si les da el sol creceran en algun momento. Te he dejado tambien miles de palabras para que el fuego no se consuma y sepas que en la batalla de mis espejos, de alguna forma sigues presente. Las palabras lindas se me acabaron, cierto, pero es que te las deje todas a ti. Jamas he comprendido como es lo que somos, o que es lo que hacemos. Solo se, que en algunas tardes donde la ingrata existencia me permite pensar en lo bueno que he tenido, tu nombre cruza con fuerza y produce espasmos musculares en mi boca (bien llamados sonrisas).