sábado, 14 de mayo de 2011

Poesía pop

Esta vecindad de ideas descolocadas, de proyectos planos, de planos tridimensionales con mas de un lado absurdo, de la nada supeditada al vacío. Quiero proveerme las venas de un coma etílico, de un corazón sifilítico de pulsaciones y erupciones, infectarme las letras para que las enfermeras del amor vengan a sacarme la lejía de las heridas. Para no estar conmigo a media noche, ni a medio día, ni media vida.

Pedí la mano de la nadadora olímpica que figuraba en mi pared cuyo nombre es impronunciable, pero me producía estertores en la palma de la mano -el circulo infinito del amor por tacto-. Como padrinos figuraron Scarface y John Rambo. Más de gusto que de ganas el padre Karras oficio La non-sancta misa. Y fuimos a caer de luna de miel en la Laguna Azul venida a gris, bendita polución. Hoy mi amada esta preñada Oh, tragedia del amor conspicuo, El padre al parecer es Cristian Dior. Pero le daré mi nombre, la cuna y hasta amor si su madre sigue bajando al agua cuando sueño e imagino, que soy un clavo taladrando la pared. Cuando ya no hablo con los fantasmas, ni espero el milagro de la disociación.

Escribí un poema en el que juego a tener dos palabras que transmiten una idea, y esa idea viaja por el aire y contagia los protones con malas intenciones y comienzan una guerra contra los neutrones y luego el aire los extermina, por no se que malas artes de la química psicótica. Luego lo borre y escribí mi biografía en tres lineas dedicadas al creador con mucha, mucha mala leche. Ahora no se como terminarlo si para empezar no tengo ni la primera linea. Entonces me duermo, y luego juego a que amanece y escribo el día a día con esperanza, pero también con el pesar de que siempre llega otro anochecer.

No hay comentarios: