sábado, 13 de agosto de 2005

Al vertice de mi cama

Pongo el alma al vertice de mi cama y los pies en el frio, el corazon en reserva y el orgullo en almibar. A decir verdad no se mentir de madrugada, menos aun cuando el cafe con leche cortada ya me sabe a mierda endulzada. Le pego mis ojos al abismo infinito de mi alcoba y busco a tientas un switch de donde asirme. Tropiezo con el recuerdo de tu espalda y el zapato del presente. Caigo sin rumbo al futuro, y en resumidas cuentas, ya no cuento los sueños en que tu apareces. Me levanto incompleto y doy golpeteos al teclado, sin poder mirar el monitor de frente. Que sordas son las letras que nadie escucha, que frias son las palabras que nadie atiende. Al vertice de la cama, que era mia (ahora es de un grillo) se reunen fantasmas esperando su cancion de cuna de cada noche mala. Imprimo lo que escribo y regreso mis pasos, tomo posesion de mi otrora cama y la comparto con un demonio, me arropa y me arruya, mientras suspiro cubriendome de hastio. Pongo lo impreso bajo la almohada y le guiño un ojo a la pandilla de insectos que planean la invasion de la noche siguiente, donde secuestraran el vertice de mi cama.

No hay comentarios: