martes, 14 de diciembre de 2004

Espejismo

Hoy me termine una cajetilla de cigarros, en un solo día, y no se si me asusta mas la incipiente desactivación de mis pulmones o la latente desfloración de mi bolsillo. Lo cierto es que tengo metidas en el pecho dos balas de grueso calibre, que destilan sangre y dilatan las venas provocando un chorreante disparo de líquidos a mi cerebro... Veo dos pares de ojos asesinando mi filosofía, triunfantes y agresivos me miran de lejos, y saben que sufro por ellos, y les importa poco o disimulan demasiado bien.

Es la muerte, me dice Ven, ven, ven... o quiza es la vida, me aconseja huir. Quizá es la droga.

1 comentario:

Seis Ordenes dijo...

Ni la una ni la otra
si una te intimida la otra se aprovecha.
vienen cogidas de las manos, pero no se llevan bien.