viernes, 7 de octubre de 2011

Breve espacio donde te quemas

Pusiste tus pies en las sabanas
Y los arbustos se incendiaron.
Ancestrales como eran,
Tradujeron las voces de los dioses.
Torpes como es sabido, los dioses
No dicen nada.

Pusiste tus pies en la azotea,
Quisiste ver si yo volaba,
Y arrancaste mis alas.
Ya no veo sino huelo con los ojos.
Y aquí dentro de mi cuerpo
Parece que se despilfarra la naftalina.

Pusiste tus pies en mi cuello,
atizaste la ceniza
Hasta que surgió una llamita,
Luego fue el incendio,
Perdedor inexorable que devora la esperanza.

Te consumes de los pies a las retinas,
Solo un mechón de cabello yacerá en el suelo.
Donde mis ojos derramaron líquidos
Repugnantes y de colores brillantes.

Mira mi amor, parece un arco iris de horror.
Pero tú estás jodida, estás ardiendo,
Eres el humo, que lindo viajas.
Me saludas al éter cuando pongas
Tus cochinos pies en las nubes de otros.

Que tu tapete aprendió a ser farola,
Pero no de tus sombras.

1 comentario:

DelirioDigital dijo...

Compadre, creo que llegue a su blog para quedarme...gracias por compartir