Pusome el gel anti-sol,
anti-congelante,
anti-vicios,
anti-pabras-que-parecen-balas.
Untome la crema del vicio de su piel,
con el sudor de su lengua
y el aliento envenenado de su boca.
Colocome el collarin que detiene
la dislexia de los corazones...
Y lanzome al fondo del mar
dentro de una botella
que nada decia... pero ayuda pedia.
2 comentarios:
¿Y de que se protegía?
de la realidad que se clava como espinas
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