lunes, 12 de abril de 2010

7

a wise dog is a dead dog, quiza viceversa, pero yo siempre he sido un poco estúpido, y tengo un alma demasiado vieja como para querer cambiar.

domingo, 11 de abril de 2010

6

No se de donde viene esta manía persecutoria. Que me hace dar saltos en la cama cuando estoy durmiendo. Y me provoca espasmos en el estomago al sentir una brisa fuerte. Escucho graznidos de buitre en cada ocaso. Qué me pesa en los hombros cuando escribo, por ejemplificar solamente, un verso anestésico.

Los versos anestésicos son aquellos crujidos que me lanzan de cualquier lugar, sin importar el tiempo ni el espacio, a una pluma y un papel.

Sera quizá que me lo gane por contagio. Tanto tiempo huyendo de las cochinas rutinas tradiciones y costumbres, que en cada esquina siento que hay un espía de esa mafia violenta y turbulenta de los depredadores de la libertad, y el libertinaje que tan mala fama tiene. Le juro doctor, me cortaría las venas y haría con ellas una liana para bajar al mismo infierno. Como una Rapunsel sociópata lanzandole sogas a Belcebú, así parece esto de hundirse precisamente en los fangos mas inadecuados...

Sin embargo, hay algo demasiado turbio en todo esto. Algo insano que me mantiene despierto en las noches, algo intrínseco en el fracaso diario que hay que tragarse para seguir la cuenta corriente del mundo. Algo fugaz, algo sucedáneo. Algo pesado y negro que no me permite estar tranquilo con mi soledad. Sera que estoy cayendo en una trampa, y he convertido el caos en una ridicula rutina. Escapar siempre de cometer los mismos errores para decir “no lo vi venir”, ajusticiar la fe con las mismas certezas, construir predeterminadamente las mismas omisiones. Es una forma de hacer cada noche lo mismo. Y cada mañana su subsecuente igual.

Who knows? Quizá mañana me case contigo morena. Para cambiar de táctica, y combatir al enemigo desde su pinche trinchera. O tal vez simplemente me encierre en una mazmorra, que no haya luz, que no haya gente.
Todo es hermoso de eso no hay duda.

sábado, 10 de abril de 2010

5

Those kisses that i never gave you, no sé donde están, de mi boca se fugaron.



Te escribo, a las tres treinta y siete de la madrugada de un sábado
que se murió de confusión
es domingo y no lo ha notado
cuelga al pendiente de que se detenga el cinismo
en esta borrachera disidente que se niega a convertirse en balbuceo

hay tantas cosas colgando de mi ventana
que tu nombre es un enfisema de la esperanza
dime de nuevo, cómo te llamas
dime tu hora de muerte si es que adivinas
dime de nuevo porque es que estamos siempre donde no nos llaman
y como es que se llama la noche cuando la pronuncia tu ausencia

te escribo, desde esta mentira
porque no es cierto que este pensando en ti cuando digo tu nombre
pienso en el abismo, en partículas de luz estallando en la noche,
pienso en historias faltantes sobre el álbum de recuerdos de la madrugada
pienso en la luna, pienso en marea, pienso en suicidios

te escribo, cuando se muy bien que este domingo con tendencias sabáticas
agoniza sobre la mancha húmeda de mi almohada
ahogándose en alcohol y un par de llamas

te escribo para no nombrarte, para no llamarme
para no calcinarte con mi enciclopedia de colmillos y dagas

te escribo, cuando sabemos bien, que estoy pensando en mi
engañando a la soledad con tu nombre
por distraerla, por si acaso, porque si.

jueves, 8 de abril de 2010

3

Necesito escribir, no por ti ni de mí, no por mí ni de ti.
El insomnio me esta jodiendo. Yo que había aprendido a vivir
con las reglas básicas de supervivencia
dormir lo suficiente, alimentarse de frutas y verduras
de putas y verdugos, de malos chistes y buenas travesuras.
Se fue el amor, que le vaya bien. Siempre regresa.
Es un vendedor de cicatrices obstinado.
Pero que se vayan las letras, que se acaben los cigarros,
que se agote la cerveza. Eso me arrastra por horas en vela.

miércoles, 7 de abril de 2010

2

lo único incurable es la vida
tu amor ventajoso es un placebo
tu adiós insidioso es mi venda sangrante
tus zapatos viejos son escalones,
que bajan siempre al mismo recuerdo
tu respiración cortada, quejido y marea;
mira como trepo la escalera al infinito olvido.

martes, 6 de abril de 2010

1

Sera cuestión de encomendarse al tiempo,
y su sabia virtud de destruir las cosas.
mira como desaparecen mis cicatrices
la única herida perpetua es la existencia.

Estoy encerrado en esta habitación
como una hiena herida
riéndome de la puta noche,
mira como desangro estrellas en mis retinas.

Sera cuestión de encomendarse al caos,
que selecciona todos los moldes donde uno se va encajando.

jueves, 1 de abril de 2010

sobrevivo

Sobrevivo a tu exilio,
de niebla, de tierra fría,
sepultura natural
de ésta libertad corroída.

Sobrevivo tu ausencia,
liviana y falsa
que descansa en tu sombra
no interrumpe la agonía
ni tu nombre dando tumbos
por el olvido,

que no es ni tuyo
ni del viento,
es de un dios pagano,
que incinero en un altar 
sobre tu cuerpo desnudo
en mis plegarias matutinas.